Naruto: Edo Tensei

|Two Shot|

En la aldea de Konohagakure No Sato se encontraba a un niño rubio en el columpio viendo a los demás niños jugar con tanta felicidad sin preocupaciones, él también quería sentir felicidad y despreocuparse de ahorrar dinero para poder llegar a fin de mes, pero todos lo alejaban mientras lo miraban con odio, miedo y asco, lo cual a él le afecto de forma inconciente, odiaba cuando ignoraban su existencia al punto de preferir las miradas de odio y asco ya que eso significaba que aún existía para ellos. Pero eso terminó al cumplir los siete años. Ya no eran solo miradas ya que fueron poco a poco reemplazadas por los golpes que le daban al inocente niño que no sabía el por qué tanto rencor hacia él cuando no habia hecho nada.

'¿Que hice para que me traten de esta forma?' Se preguntaba al haber sido abandonado y dejado a la suerte en los campos de entrenamiento ninja sangrando y con grandes moretones junto a quemaduras leves, ya que justo esa tarde para su mala suerte el Sandaime Hokage no estaba en Konoha por tener que ir a visitar al Daimyo. Los aldeanos aprovecharon para golpearlo, paterlo y quemarlo con una antorcha que tambien daba luz a esa noche oscura y fría. Él solo quería vivir en paz y felicidad como los demás niños. ¿Por que no podía ser feliz? ¿Que lo hacía diferente a los demas niños?

El pequeño se levanto con la poca fuerza que le quedaba para ir hacia el apartamento que le había otorgado el Hokage, al entrar fue directo al baño para verse en el espejo. Su aspecto era un asco, estaba lleno de sangre además de que su ropa esta rota, manchada de sangre y tierra ademas de que ciertas partes estaban quemadas dando un aspecto mas doloroso. '¿Por qué no puedo ser feliz? ¿Por qué tengo que sufrir del odio de los demas?' Pensó para despues llorar y sacar todo el dolor que tenía al no querer verse tan débil cuando lo golpeaban y quemaban, apesar de todo prefería esto a que ignoren su existencia, o por lo menos hasta que encuentre algo para probarles que estaba vivo y merecía estarlo.

A él solo le quedaba tratar de evitar morir y seguir buscando con anhelo la felicidad y paz que él tanto deseaba, pero para eso necesita algo para que la gente de Konoha lo respete y no vuelvan a insultarlo o despreciarlo. Esa noche durmió en el suelo del baño llorando sin parar como el niño desconsolado y desentendido que era.

Al día siguiente, él despertó con mucho dolor en el cuerpo, pero mas en la espalda Era obvió que las patadas que había recibido en ella y luego dormir en el piso no eran buena combinación. El llenó la bañera con el agua helada a la que estaba acostumbrado, entró con ropa sin importarle como el agua se volvía de un tono rojizo combinado con uno cafe por la sangre seca y la tierra que había adquirido al ser golpeado en el suelo. Sumergió su cabeza sintiendo dolor en ella por los golpes que recibió, cerro los ojos buscando relajarse momentaneamente hasta que sintió que el agua desaparecía para despertar en un lugar que parecía una alcantarilla gigante. Él caminó sin rumbo dando vueltas al lugar que parecía un laberinto.

De lejos escucho como garras raspaban el suelo y gruñidos fuertes que hacian eco en el lugar, el con curiosidad y miedo fue a donde provenía el sonido. Camino durante un largo rato ya que se perdio rapido en aquel lugar grande que daba muchas vueltas pero cuando por fin llego pudo ver una jaula muy grande con un sello en medio de las barras donde detras de ellas había una oscuridad tan densa que no podia ver alguna silueta de que llegara a haber algo allí, sintió un poco de tranquilidad en ese lugar tan extraño y oscuro.

Los ruidos que provenían de ese lugar derrepente se callaron de golpe asustando al niño quién dió un pequeño brinco por el susto, una voz grave se escucho en lo profundo de la oscuridad de esa jaula gigante junto con el brillo de unos ojos rojos y una presencia que apesar de no verlo se sentía muy pesada. "¿Que haces en este lugar humano?" Pregunto aquella voz grave con los ojos fijos en él y a todo movimiento que él hiciera. "No lo se, solo... Desperté en esté lugar y caminé hacía los ruidos que provenían de aquí" Respondió con sinceridad temblando ligeramente de miedo al no entender que era lo que le hablaba detras de aquellas barras.