(VIII) Nuevo ciclo

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Tzuyu se llevó a Yeonjun a un lugar oculto, sirvió un poco de té y se sentaron a una mesa. 

― ¿Algo nuevo? Te traje a un lugar más iluminado, sé que te asusta el bosque. 

― Es diferente si no vives aquí, supongo. 

― Debe serlo, es algo desconocido, pero ahora cuéntame ¿Por qué siento energía ajena a ti? 

― Conocí a alguien, se llama Soobin, es mayor a mí. 

― Ya veo. 

― Es él. 

― Ya veo, espero que no hayas dejado que te tocara. 

― No. 

― Muy bien, vamos, bebe un poco y trata de descansar, tu madre se tomará su tiempo. 

Jihyo estaba en sótano, sentada junto con sus hermanas en el suelo de piedra. 

― Así que ya lo conoció. 

― Sí, es nuestro vecino. 

― Debes irte. 

― Empezó su maduración. 

― No puedes irte, el niño moriría si lo alejas de él. 

― Eso es lo que pensé. 

― Debemos hacer el ritual. 

― Creo que sería demasiado fuerte para él. 

― Son cobardes, eso es, lo haré yo. 

― No seas dura con él. 

― El niño no necesita gentileza, necesita entender lo que sucede. 

Yeonjun despertó jadeando, no sabía donde estaba, pero su madres sostenía su mano. 

― Tranquilo, mi niño, estoy contigo. 

Empezaba a agitarse y buscó a Tzuyu con la mirada, sabía que ella jamás dejaría que lo lastimaran, pero ella no estaba. 

― No está, no la busques, no permitimos que entre. 

― ¿Qué es todo esto? 

― Tranquilo, no será nada muy duro. 

Lo primero que sintió fue un cuchillo clavarse en su vientre, después todo se volvió negro, en algún momento sintió que le obligaban a beber algo, pero el dolor no le permitía procesar lo que sucedía, también sintió que el cuchillo era arrancado de su piel, pero la sangre no salió, sintió que perdía la respiración y se desmayó otra vez, más líquidos fueron introducidos a la fuerza por su boca y tuvo que tragarlos todos. Esa tortura duró hasta el amanecer, ese ritual del que no sabía nada, porque había estado inconsciente en muchas partes del proceso. 

― Llévalo a dormir. 

― Esto fue demasiado. 

― Fue necesario. 

― Es solo un niño. 

― Su madre también era solo una niña. 

― Ella empezó su maduración a una edad razonable, Yeonjun está empezando muy temprano, tal vez debiste ser más gentil con él. 

― No hay espacio para gentileza. 

Cuando Yeonjun despertó, sus heridas ya se había curado y su cuerpo se sentía mejor, pero sentía unas ganas incontrolables de llorar. 

― Aquí estoy, aquí estoy. 

― ¿Por qué me dejaste? 

― No quería hacerlo, lo siento mucho ―Tzuyu abrazó fuertemente al menor. 

― ¿Por qué? 

― Es por tu maduración, seguramente tuviste un ciclo más fuerte ¿Verdad? 

― Sí. 

― Empezó tu maduración y tuvieron que hacer el ritual de forma apresurada, no te hubieran lastimado así si no fuera por eso. 

― Ya no quiero estar aquí. 

― Tranquilo, descansa, te irás en unas horas. 


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⏰ Última actualización: Oct 05 ⏰

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