Soobin despertó apoyando en la ventana, su cabeza descansaba sobre su brazo y su brazo sobre el marco de la ventana, sus ojos se sentían cansados, como si hubiera permanecido largo rato sin pestañear y sin recuerdo alguno de lo que había visto la noche anterior.
― ¿Mamá? ―escuchó un ruido en el piso de abajo.
― ¡Beomgyu!
― ¿Por qué demonios estás en mi casa tan temprano.
― Oh, porque tengo llaves.
― Imbécil.
― Ajá, como sea, Yeonjun dejó esto para ti, me comí uno, disculpa, es que tenía hambre y sabes que no sé cocinar.
― ¿Qué hora es?
― Son las siete.
― ¿Y por qué demonios es niño se levantaría tan temprano en un sábado?
― No lo sé, pero estaba vestido como para irse de viaje, dijo que era un asunto familiar y no pregunté más, no quise ser entrometido.
― Mierda, quería hablar con él.
― Seguro que sí llevó su celular a dondequiera que haya ido.
― O sea, sí, pero tal vez no tenga tiempo.
― Escríbele y dile si puedes llamarlo, si te dice que sí, lo llamas y si te dice que no, le envías un mensaje.
― Uhm, tienes razón.
― ¿Dormiste mal?
― ¿Por qué lo dices?
― Parece que hubieras dormido chueco, se nota que te duele la espalda y tu brazo está adormecido.
― Que observador.
― ¿Qué pasó?
― Parece que ahora soy sonámbulo, desperté dormido junto a la ventana.
― Ah, cierto, Yeonjun dijo que te vio asomarte a la ventana cuando despertó en la noche, lo había olvidado, es fácil perderse cuando habla, habla de muchas cosas a la vez.
― No prestas la suficiente atención.
― Tal vez, en fin, comeremos lo que dejó Yeonjun y después veremos.
― ¿Por qué estás aquí? Quiero la verdad.
― Me encontré con alguien de camino aquí, fue... ¿Cómo describirlo?
― Deja de buscar palabras elegantes y solo dilo.
― Mágico, fue mágico, como si hubiera encontrado el otro extremo del hilo rojo, entré en pánico.
― ¿Por qué?
― Sus ojos, es como si fuera a consumirte el alma con esos ojos, simplemente hablamos un poco y después se marchó, no sé si vuelva a verlo otra vez.
― Si vive aquí es imposible que lo pierdas.
Soobin quería decirle algo más, como que entendía la situación en la que estaba o darle ánimos, pero Beomgyu lo tomó de la nuca y lo besó. Beomgyu había sido su primer beso hace algunos años, había pasado algo entre ellos, pero todo quedó en una amistad, pero de todas formas y tal vez por fuerza de costumbre, reaccionó cuando sus labios se tocaron y profundizó el beso por unos segundos hasta que el menor lo cortó.
― Nada.
― Bien.
― Creo que debería irme, tienes razón, si vive aquí es imposible perderlo, lo buscaré, nos vemos en la tarde.
― Seguro.
― Hasta luego.
― Hasta luego, ve con cuidado.
― Sí, seguro.
Beomgyu salió corriendo, siendo la personificación de la euforia y Soobin sonrió con cariño.
― ¿Y ahora qué se supone que haga yo?... Supongo que me aburriré hasta morir.
ESTÁS LEYENDO
Devil by the window | soojun
FanficEl demonio junto a mi ventana me deseó una buena noche.