Drables Miyacest

Al final solo te quiero a ti

FELIZ CUMPLEAÑOS A NUSTROS GEMELOS FAVORITOS!!

No hubo tiempo, problemas de la vida adulta Pero bueno se hizo lo que se pudo. 

Aunque en un principio la ilusión y emocion de su primera relacion tenia a Atsumu de un inusual buen humor esto se vio afectado por el ahora constante estado se enojo de Osamu. Esto no era como en otra ocasiones, no se solucionó tras una pelea, ni disculpándose o consiguiendo el flan super premium. Osamu solo seguia siendo un idiota y eso ya lo estaba cansando y su novia, no, aun mas importante su capacidad de concentración en el voley estaba disminuyendo ademas de que la sincronizacion con Osamu era un asco. No estaba siendo divertido.

Tenia que solucionar esto rápido. 

Dejo caer su mochila en el piso de la habitación, como se habia hecho usual los últimos meses Osamu se habia ido por su cuenta asi que lo encontro leyendo manga en la cama. Lo miro frunciendo el seño molesto por su indiferencia.

— Espero que estes feliz ahora — Capto su atencion, esos ojos grises se posaron sobre él — Rompi con Aiko, asi que ya puedes de-

— Ah? Acaso me hechas la culpa? — Asoto el manga contra las sabanas al incorporarase 

— ¡Desde que empecé a salir con ella no haz sido mas que un dolor de cabeza idiota! Claro que es tu culpa! — Esperaba una reacción mas viseral, esperaba mas gritos o un puñetazo pero en su lugar Osamu puso una cara que jamas habia visto haciendo que un nudo se formara en su estómago. — Samu yo— Fue tan repentino el empujón que recibio que apenas pudo reaccionar al escucharlo bajar las escaleras. Lo siguió.

— ¡Oye idiota dime algo! — Lo atrapo por la camiseta y lo obligo a girarse, Osamu le sostuvo un hombro.

— Tsumu sueltame.

— No, vamos a solucionar esta mierda ahora, me vas explicar porqué te has estado comportando asi todo este tiempo

— No se de que hablas — Atsumu se sintio sobrepasado, le dio un puñetazo a Osamu con todas sus fuerzas.

— ¡Ya tuve suficiente! Deja de compor— Osamu le devolvió el golpe y fue suficiente para que empezará una pelea. 

Tomo un rato para que se cansaran aun asi Atsumu no lo dejaba ir.

— Mierda... tienes razón yo... no quiero que estes con Aiko... — Termino admitiendo mientras recuperaba el aliento — pero... no era necesario que rompieras con ella yo solo... estaba...

— Maldicion... no sabia que sentias algo por Aiko

— Yo no siento nada por ella

— Ah? Pero me estás diciendo que— Fue interrumpido de una manera que jamas imagino. Los labios de Osamu se posaron sobre los suyos congelandolo.

— Lo siento... no tienes que romper con ella.

Atsumu parecia hecho se piedra, no supo reaccionar ni que decir. Lo dejo salir de casa tratando de entender el significado de aquel beso. ¿Beso? ¡Beso! Su espalda de arrastro contra la pared deslizandoce al piso ¿Que demonios? Atsumu estaba entrado en pánico ¿Que significaba todo esto?

Su estomago se revolvio pero su corazón saltaba abrumado lleno de preguntas. Él se supone que había superado esto, se supone que le gusta Aiko y estos sentimientos por Osamu no era... No era nada... — Maldición... — Ese pequeño gesto había avivado un fuego en su interior el cual creyó haber extinguido con un amor normal pero al parecer no era tan fácil.

Le mando un mensaje a Osamu, este decia "No pienses pasar la noche fuera" iban a enfrentar esto mas pronto que tarde, ya era suficiente. 

Cuando no llego a la cena fue cuestionado por su madre por la pelea de la tarde, acepto la culpa de mala gana inquieto ¿Regresara? La incertidumbre apenas le dejo apetito. Nisiquiera sabia como debian de hablarlo si Osamu decidía fingir demencia y no hablarlo. No, eso es demasiado pesimista, porsupuesto que obtendra una respuesta adecuada.

Fue pasada las diez cuando apareció; su expresión neutra de siempre y su cabello ligeramente desordenado, Atsumu se sintio mucho mas nervioso que cuando tiene realizar un saque decisivo.

— Hey... — Le dió espacio para que se sentará a su lado. Osamu inmediatamente trato de decir algo pero Atsumu lo detuvo. — Tú... ¿Cuánto tiempo te has sentido así? — No, maldición no es lo que quería decir.

— No... No estoy seguro, desde toda nuestra vida quizás — No hacia contacto visual, movia la pierna inquieto. Atsumu no estaba seguro de lo que estaba haciendo, tomo su mano tratando de hacer algo. La mirada de ambos se cruzo nuevamente dandole un escalofrío en la espina.

— Samu... — Suspiro sosteniéndolo por los hombros, ninguno de los dos sirve para este tipo de conversación incomoda y calmada — Ninguno de los dos tiene que ser el hermano sensato en esta situación, ninguno de los dos hemos tenido alguna opción al respecto de estos sentimientos — El nerviosismo, la incertidumbre, Atsumu sentia que su cara se ponía cada vez mas roja mientras escapaba del contacto visual. — Como mu- muchas cosas, esto es, solo de nosotros, no? — Osamu sostuvo sus manos un instante y volvió a besarlo. Esta vez Atsumu se apresuró en corresponder.

Ambos temblaban de los nervios, sus bocas apenas se movian y tenían los ojos apretados, no notaron que estaban aguantando la respiración hasta que volvieron a mirarse; recuperando el aliento rieron avergonzados. Uno de los apago la luz, se recostaron sobre la cama de abajo apegados continuando rozando sus labios con suavidad, grabando cada milímetro en sus recuerdos y así poder asegurarse a la mañana siguiente que esto era real.