DOS MESES ANTES:
–¡Koran, flieht! // ¡Corran, huyan! –.
El ambiente era un caos, digno de llamarse campo de guerra. Hombres, mujeres y niños intentaban pasar aquel muro a la fuerza. Sangre y balas era lo habia en el cemento de aquel espacio. Berlín se volvió un lugar de supervivencia.
Madres gritaban y lloraban viendo el cuerpo de sus familiares lastimados en sus brazos.
Alejandro miraba terrorífico la escena, una en especial, donde una mujer cargaba el cuerpo de su hija herida... sus ojos se atormentaron y su mente se nublo, viendo como si fuera una de sus hijas y esposa las que estaba contemplando, pero más dolió saber que él fue quien disparó a aquella criatura inocente...
–¡El muro está siendo invadido, no podemos seguir matando civiles, esto no es una guerra! –. Uno de los soldados gritaba al oficial de alto rango, quien sin emoción, contemplaba la revolución que se presenciaba frente a él, esto iba a marcar la historia... -¡Oficial! –. Los ojos del mayor se posaron sobre el joven que le gritaba, su rostro era un delirio total.
–¡Rodeen la muralla y cierren el paso! –.
Ante lo dicho cada soldado fue acercándose a la zona.
–¡Александр! // Alejandro –. El soldado frenó al ver a su amigo paralizado en el suelo. Sus ojos miraban un punto fijo y apretaba fuerte aquel rifle. –¡Александр! Alejandro –. Gritaba mientras agitaba con sus manos su cuerpo. –¡Debemos irnos! –.
Su instinto lo hizo levantarse, esto no era la guerra, y esa... tampoco era su familia, se levantó y siguió a aquel soldado.
Sobre las sombras de aquella ciudad dividida por los regímenes y el dolor de familias separadas, una colonia miraba expectante la escena. Un sobretodo tapaba su cuerpo y aquel muro de las balas que volaban.
Berlín de Oriente observaba lo que ocurría en su territorio. Negro como la noche, rojo como la sangre y amarillo como los girasoles, asi era su bandera, con un simbolo parecido a su creador, la U.R.S.S... Un martillo y compas estaban en el centro de su bandera.
Sobre los guantes negros un cigarillo se consumia de a poco.
Puso aquel cigarro sobre sus labios y tomó una calada. Cerró sus ojos sintiendo el humo recorrer su interior y soltandolo en un suspiro. – Sie sind verrückt... Wir sind nicht Teil der Französischen Revolution, liebe Bürger... // Están locos... no somos parte alguna Revolución Francesa, queridos ciudadanos... –.
Dijo por lo bajo para darse vuelta y seguir su camino, lejos de los gritos desgarradores y vidas desesperadas de su pueblo... Desvaneciendo de la escena con sus manos sobre sus oídos y ojos cerrados...
Que cruel era todo...
︵‿︵‿୨ ୧‿︵‿︵

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Un Viejo Mundo Para Un País Nuevo
Ficción histórica¿Qué harías si estuvieras desde que naciste encerrado con un hombre que te oculta del exterior? Escapar, obvio, es instinto querer vivir de otra manera, ver las cosas de otra manera, sentir las cosas... de otra manera. Argentina vivió con U.R.S.S d...