Capitulo III

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    — ¿Y dices que te odia? — pregunto Kyoka mientras lo observaba, su mirada reflejaba desdén pero si estaba preocupada por sus amigos.

El albino asintió varias veces.

Habían pasado varios días desde que había pasado eso en la confitería, y el pelirrojo no le había hablado desde entonces. Atsushi se sentía confundido, pero también preocupado de que haya hecho algo que podría haber incomodado a Tanizaki, ¡Diablos!, no hizo más que explicarle el mismo tema más de cuatro veces.

— No sé que le pasa, le pregunté si estaba bien pero me dice que olvide el tema... — le contó mientras pasaba sus manos en su rostro con desesperación. — ¡Pero simplemente no puedo olvidarlo!

Kyoka había escuchado a su amigo hablar del problema desde hace una hora, ambos estaban reunidos en un parque de diversiones. Ella abrazaba un panda de peluche que había ganado antes, trató de pensar que podría ser lo que molestaba a Junichiro o que podría hacer para que Atsushi se calmara un momento.

— ¿No le preguntaste a Naomi? — sugirió mientras inclinaba su cabeza hacía un costado como un perrito curioso.

— Lo hice... Pero ella me dijo que él no quiere hablar... — respondió con un suspiro, recargó su espalda en el respaldo del banco y echó su cabeza hacía atrás, mirando el cielo nublado, iba a llover.

Kyoka lo miró, y desvío su mirada al suelo pavimentado. Junichiro no tenía razones para molestarse con el albino ese día, solo le estaba explicando para la recuperación de matemáticas (que seguramente había fallado), tal vez estaba un poco cansado... Pero ¿De qué? Él no trabajaba, ni podía hablar de estudiar.

¿Qué hacía Tanizaki para poder estar cansado? Se estaba desviando del tema.

— No te preocupes tanto. — le recomendó, nuevamente logrando atraer la atención de Atsushi: — Él te tendrá que hablar para explicarse... Deja de pensar que fue tu culpa.

Atsushi la miró, y parpadeó tres veces. Asintió con una sonrisa, y antes de poder agradecerle, ella se levantó de la banca y camino hasta un auto negro que reconoció rápidamente que era de su chófer. Ella subió, y el auto arrancaba hasta desaparecer.

El albino estaba solo en el parque de diversiones, y solo una pregunta giraba alrededor de su cabeza; ¿Debería hablar de esto con él profesor Osamu?

El profesor de Ética: Dazai Osamu, era conocido por ser un chismoso y un consejero entre los alumnos, muchos lo quieren porque este los ayuda tanto en el romance como en los problemas privados. Aunque cuando tenían que dar evaluación con él, cambiaba su rostro drásticamente y lograba ser el peor profesor de la escuela, aunque no lograba ser tan aterrador como el profesor de Matemáticas.

Fyodor'sonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora