-Anwar será broma ¿no?
-¿Acaso te da miedo?
-¿A mí miedo? ¡ja!Me giro hacia la desconocida y le estrecho la mano.
-Soy Yara, tu compi por hoy.
-Espera, ¿yo que gano a cambio?Morad saca un par de billetes de los cuales solo entrega uno a la desconocida.
-¿Es enserio?—Dice la chica.
Se acerca a Morad, todavía tenía los billetes a mano y estaba buscando otro billete para darle pero la chica le coge todos los billetes de la mano.
-Que lento eres hermano, de todas formas, te he hecho un favor, así no tienes que andar contando.
Dice mientras guarda los billetes en su riñonera.
-Me entregaras todo lo que ganes—Se dirige hacia mí.
-Claro.
-Dios mío lo que me espera con esta muchacha...—Murmura la desconocida sin que nadie la escuche.Anwar y Morad se rien.
-Dale algo para vestirse, si va así vestida la gente no la tomará enserio.
La chica me observa de arriba a abajo detenidamente mientras mastica el chicle de fresa en su boca exageradamente.
-Esta bien, Sígueme...
Me despido rápido de zineb y de los chicos para seguidamente irme con la desconocida.
...
Tras vestirme con algunas prendas suyas para no estar tan arreglada, comenzó a explicarme como hacerlo.
-Vamos a la plaza, a esta hora hay mucha más gente.
-Esta bien.En el camino ninguna de las dos dijo nada.
-¿Como es que te llamas?
-Hanae.
-¿Que edad tienes?
-Deja de hacer preguntas, no me gustan.Acelera sus pasos dejándome atrás pero corro para alcanzarla.
-Y bien, llegamos.
Me entrega una caja con paquetes de pañuelos y se queda ella con otra.
-Nos vamos a separar, en cuanto se ponga aquel semáforo en rojo y los coches se detengan...ya sabes que hay que hacer.
-¡Entendido!
Y así fué. El semáforo se puso en rojo y corrimos cada una a un lado de la carretera.
Me acerco a un coche y el señor baja la ventanilla.
-¡Señor señor! ¡Compreme uno pañuelos porfavor!
El señor me mira y sonrie.
-Te compro a tí también si quieres—Guiña el ojo.
-¡Puaj!—Hago una mueca rara y me voy mirándole mal.
Me acerco a otro coche y en este si que me compra los pañuelos.
-¡Señor! Bueno disculpa, muy joven para llamarlo señor—tendrá unos 20 años el chico.
-¿Si?
-¡Comprame estos pañuelos porfavor!
-No, aléjate que vas a apostar mi auto.
-¿Perdona?
-Lo que escuchas, ¡Aléjate mugrosa!Comenzamos a discutir y se formó un círculo de gente, Hanae pareció de repente y me tiró del brazo sacándome de allí corriendo hasta llegar a otra calle.
-¡¿Estás loca?!¿No ves que no puedes discutir con ellos? ¡¿Sabes acaso que si llama a la policía nos llevarían juntas?!
Dice con la respiración acelerada.
-¡No es mi culpa que ese hombre me comenzase a insultar!
-¡Apartate! Ya no puedo quedarme contigo, me meterás en problemas...
Diciendo ésto, se fué.
-Mierda, ¿Ahora que hago?
Observo el barrio en el que estoy, sinceramente da miedo, y se ve que no es un lugar muy agradable...
Las casas están en mal estado, hay muchos callejones sin salida donde se reúnen para vender ni más ni menos que drogas...
Necesito salir de aquí.
De repente aparecen tres chicos, el del medio con una pequeña y afilada navaja.
Se acercan al verme y comienzan a silbar.
-¿Que tenemos por aquí?
-Vaya, vaya, vaya...-¿Queréis algo?—pregunto sin demostrar ningún miedo.
-Princesa, estas en nuestras calles.
-¿Vuestras? ¿Están a vuestro nombre o algo así?
-No nos vaciles y se buena conmigo.-Soy Radouan—Me extiende la mano esperando a que le dé la mía pero la ignoro por completo
-¿Que quieres?—Vuelvo a preguntar.
-¿Porqué no te vienes esta noche con nosotros?
-No.
-Mira princesita, yo paciente no soy... y si te digo que hagas algo, lo haces, así de simple...Me empiezo a reír y retrocedo atrás para irme pero me acorralan entre los tres y uno de ellos apoya la navaja sobre mi cuello.
-Creo que más claro, no puedo ser, o te vienes o dile adiós a esta cara bonita.
-Suéltame...
De repente el que sostenía la navaja cae al suelo por un fuerte golpe y la navaja roza mi cuello haciendo una herida.
Los dos chicos que me acorralaban comienzan a ser golpeados por un hombre hasta dejarlos en muy mal estado, cogerme del brazo y salir corriendo.
Paramos en un callejón lejos del anterior y soltamos un fuerte suspiro.
-¿Estás bien?
-Yo...Levanto la mirada a sus ojos y me congelo.
Dios mío... ¿Que personaje turco es este? Sus ojos ¡uffff! Bendita sea su madre tbarkallah.

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La Carta
Random- Imagina que tu vida cambié por un solo reto entre amigos, encuentres el amor y a personas perdidas en tu vida, más cercanas de lo que crees. Yara, nuestra protagonista es huérfana, su padre dejó una carta para ella pero no la podrá abrir hasta cum...