capítulo 2

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Llegamos a la plaza donde habíamos quedado con los chicos y bajo enseguida del coche.

-¡ZINEEB!—Corro hacia ella y la abrazo.
-¡YARAA!

No nos hemos visto en todo el verano ya que estuvo de viaje.

Caemos al suelo por la intensidad del abrazo y comenzamos a reírnos. Nos levantamos y me acerco a Morad y Anwar para saludarles.

-Madre mía, volver a aguantarte otra vez —Dice Morad saludandome con un choque de manos como siempre y seguidamente a Anwar.

-¿Que pasa? ¿No me echabas de menos?—Le hago burla.
-Es broma, sabes que te queremos.
‐¿Le decís eso a todas?
-¿Lo pones en duda?
-¡Anda! ¡Darme un abrazo pedazo sosos!

En medio del abrazo se siente una cabeza de por medio intentando meterse.

-¡Que yo también quiero!—Se queja Zineb intentando meter la cabeza por medio.

-No te preocupes que yo te lo doy—Aparece Walid por detrás jugando con las llaves del coche.

¡Eyeyeyey! No mal penséis nada. Anwar y Morad son como mis hermanos ¡Ni en broma tendría algo con ellos! En cambio, Zineb y Walid sí.

Se mueren el uno por el otro y nuestras familias aún no lo saben, pero no os preocupeis que lo tengo controlado, ¡esos dos se acaban casando!

-Bueno, ¿preparados para este nuevo curso?

-Yara, mientras no mates a nadie en las prácticas con una jeringuilla otra vez, todo irá bien, del contrario ¡NO!

-No seas dramático, ¡Y no lo maté, se desmayó! Además, no es mi culpa que la jeringuilla se me resbale de las manos.

El curso pasado en las prácticas al querer inyectar la jeringuilla a los muñecos, sin querer se la inyecté al profesor y se desmayó por tenerle pánico a las agujas.

¿Quién se hace cirujano teniéndole miedo a las agujas?

-Bueno, echamos esa partida ¿o qué?
-Esta bien, pero solo os digo que vais a perder de nuevo...
-Saca las cartas.

La última vez que jugamos decidimos que el perdedor sería retado, obviamente gané e hice que Anwar declarase su "amor" a una de nuestras profesoras exageradamente, cosa que provocó su expulsión durante un mes, parece ser que quiere la revancha.

-Parece que echas de menos ser expulsado ¿no Anwar?

-Ya veremos.

Nos sentamos en los bancos y comenzamos a barajar las cartas.

Observo mis cartas junto a zineb y sonrío con malicia.

-Esa sonrisa no me gusta nada.

Comenzamos la partida.

Pasados 5 minutos....

-¡GANÉ!—Pego un salto felizmente.
-Uffff...¡Vamos a repetir la partida!
-Venga, Anwar no llores que vas a perder de nuevo.
-Ya veremos, esta vez Morad jugará conmigo.
-De acuerdo...

Barajamos de nuevo y comenzamos la partida.

Pasamos un buen rato y veo que voy bastante mal al punto de perder.

-¡TOMA YA! ¡¿Quién ha perdido ahora?!
-¡Yo! ¡Yo! Pero bueno... ¡He de irme!
-¡ALTO AHÍ!—Me sujeta de la capucha.
-¿Todo bien hermanito Anwar? Sabes que te quiero mucho ¿verdad?

Comienza a reírse y me bloquea el paso.

-¿Recuerdas el trato? El perdedor sería retado.
-Joder Anwar, está bien pero no te pases.
-Hmmm déjame pensar...

De repente se acerca una chica de más o menos nuestra edad masticando un chicle exageradamente.

-Hola, ¿Tenéis una moneda?

La chica va mal vestida, la ropa medio rota, sucia... su rostro lleno de suciedad pero aún así, es guapísima Tbarkallah.

-Amm, que va ni tenemos nada—Dice Anwar.

La chica lo mira de arriba abajo y mastica el chicle al mismo tiempo.

-Asco, gente rica...—Se da media vuelta y se va.

-No seas grosero.

Llamo a la chica y se para enfrente.

-Toma—Saco un billete de 20 de mi cartera y se lo doy.

-A ver si aprendes de tu amiga—Le dice  a Anwar por encima de mi hombro.

-¡Ya tengo el reto!
-¿Qué?
-Tú ¿Tú pides limosna no?—pregunta Anwar
-No sé ¿Que te parece?—Contesta la chica.
-¿Puedes llevártela?—Me señala a mí.
-¡¿Que?!—chillamos las dos.
-Pedirás limosna con ella por hoy...

...

Aquí comienza TODO...

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