La Carta

capítulo 10

Corremos a más no poder hasta llegar a un parking lleno de coches y nos escondemos tras uno de los coches sin hacer ruido ya que seguían buscándonos.

-Hanae arrimate al otro auto que nos van a ver a los tres aquí—Murmuro yo.

-¿Los veis?—Pregunto asomándome pero de repente alguien me pega a él poniendo su mano en mi boca callándome.

Es Younes, me hace una seña para que me calle ya que los tipos estaban justo detrás del coche del que nos encontramos.

Por un momento me dió por desviar la mirada hacia él. Parece darse cuenta y mantenemos un contacto visual por un instante.

Respiro su aroma varonil ya que lo tengo a poca distancia y me recorren escalofríos por el cuerpo.

-¡Ya se han ido!—Salta Hanae.

Nos alejamos rápidamente y nos levantamos.

-Madre mía, parece que nunca nos dejarán de perseguir—Se queja Hanae sacudiendo su polvoriento pantalón.

De repente Younes se va sin decir nada ya que parece haber visto algo.

Dalil

-¡Dalil! Óscar esta por tu zona ¡Repito! Óscar esta por tu zona.—me avisa Bilal desde el aparato y me alejo de las chicas.

-¡Dónde! Dame coordenadas exactas Bilal—Murmuro para que nadie más me escuche.

Él comienza a darme las coordenadas y en un instante aparezco allí.

-El equipo se encuentra escondido, están a tu disposición solo esperan tu señal.

-Recibido.

Preparo el arma para poder disparar y me encamino tapándome la cara.

Le doy la señal al equipo para que cubran mis espaldas de los hombres de Óscar mientras yo me ocupo de él.

El sujeto está apoyado en su coche con el tabaco de la mano haciendo una llamada.

Al mismo tiempo que consigo atrapar a Óscar, mi equipo ataca a sus hombres.

-¿Dónde está?—Me apoyo a su lado en el coche.

-Wow, no esperaba que viniera el mismísimo Dalil Wasmi a visitarme.

Dice soltando todo el humo del tabaco en mi cara pero no tengo ninguna reacción ya que no me afecta.

-Óscar, tienes algo que es mío ¿No es así?

-¿De qué hablas?

Saco el arma y la coloco en su cabeza.

-No te lo daré.
-¿Seguro?
-¡Ouh!—Siente mi puñetazo en su vientre, de la intensidad comienza a sangrar por la boca.

-En‐En el coche...—Dice con dolor.

Uno de mis hombres comienza a rebuscar el auto y encuentra el pendrive que tanto buscaba.

-Jefe, aquí está—Me lo entrega y sonrío maliciosamente.

-Su-Sueltame.
-Claro—PUM.

Su cadáver cae al suelo muerto y le escupo.

-Ocuparos de él—Digo jugando con el pendrive mientras me voy.

-Bien hecho jefe, acabas de salvar a varios. Sabíamos que podías con esto.

***

Yara

Pasaron dos días desde la última vez que ví a Hanae y a Younes.

Últimamente no tengo tiempo con las prácticas, pero intentaré hacer algún tiempito para ir a visitarla y llevarla de compras.

Dalil

-¿Y que tiene este pendrive? Sr. Dalil.

-Puede comprobarlo usted mismo Dr.Hasnabi.

El Dr. Hasnabi conecta el pendrive al ordenador y comienza a leer todos los documentos falsificados por Óscar y firmas falsas que podrían llevar a varias empresas a la ruina.

-No entiendo, se supone que el pendrive es tuyo ¿Porqué tendrías estos datos?

-Soy el único que tiene los datos reales, mejor dicho tenía, a Óscar le serían de buena ventaja por eso los editó. No se preocupe sigo teniendo copias.

-Dr. Hasnabi ¿Usted duda del Sr. Dalil?

Pregunta Bilal metiéndose a la conversación.

-No, ni mucho menos. El Sr. Dalil es un hombre de palabra nunca dudaría de él. Con esto dicho, tengan buena tarde ya ne pasaré a por los documentos reales.

Dice estrechándome la mano en modo de despedida y se va.

Al paso de unas horas todos se van y me quedo solo en la sala.

¿Cómo puedo volver a verla? Ya no tengo excusas.

Primer pitido, segundo pitido, tercer pitido...

-Sí jefe.

-Escucharme, quiero que me vigileis a la mujer que os enseñaré en foto ahora, necesito todo de ella ¿Entendido?

-Claro Jefe.—Finaliza la llamada.

¿Qué? ¿Qué acabo de hacer? Ufff Amal... ¡sal de mi mente!

***
Rato después decidí vestirme con la ropa que utilizaba para la misión.

Comienzo a vagabundear por las calles en busca de Amal pero no hay rastro de ella.

De repente me cruzo con Hanae.

-¡Ey hola!—Dice sorprendida por verme—Hace mucho que no te veo por aquí.

-Si, he intentado cambiar de zona pero no me convencen ¿Y tu amiga?

-¿Yara?

-¿Yara?

-Perdón, quise decir Amal...—Dice rascándose la nuca nerviosa.

-Sí, Amal.

-¿Porqué preguntas?

-Como si te importara...—Me rindo y me voy.

***