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Al día siguiente, el sol se filtró suavemente a través de las cortinas, iluminando la habitación de Sana con un cálido resplandor dorado. Sullyoon despertó primero, estirándose lentamente antes de darse cuenta de que estaba acurrucada contra Sana, quien aún dormía plácidamente a su lado. Una sonrisa iluminó su rostro al recordar la noche mágica que habían compartido.

Sullyoon sintió un torrente de emociones al observar a Sana, sus rasgos suaves y serenos, y la calidez que emanaba de su cuerpo. Se sintió tan afortunada de tenerla en su vida, y no pudo evitar acariciar su mejilla con ternura, despertándola con suavidad.

"Buenos días, hermosa" susurró Sullyoon, mientras Sana entreabría los ojos y le sonreía con esa dulzura que siempre le robaba el aliento.

"Buenos días..." respondió Sana con una voz soñolienta, sintiendo una oleada de felicidad al recordar lo que había sucedido la noche anterior.

Ambas se quedaron acostadas, disfrutando de la calidez y la cercanía. Sin embargo, con el paso del tiempo, la realidad de que tenían que volver a sus prácticas comenzó a nublar el ambiente.

"No quiero separarme de ti" dijo Sullyoon, sintiendo una punzada de ansiedad ante la idea de tener que irse.

"Yo tampoco" admitió Sana, mordiéndose el labio. "Pero tenemos que practicar..."

Sullyoon pensó por un momento y, con una chispa de rebeldía, tuvo una idea.

"¿Y si... faltamos hoy?" sugirió, con una mirada traviesa. "Podríamos quedarnos aquí y disfrutar el día juntas."

Sana se sintió intrigada por la propuesta, pero también un poco nerviosa. Sin embargo, el deseo de pasar más tiempo con Sullyoon superó cualquier preocupación.

"Suena tentador..." dijo Sana, sonriendo. "¡Hagámoslo!"

Decididas a disfrutar de su tiempo juntas, ambas se levantaron de la cama y se prepararon para pasar un día inolvidable. Tomaron una ducha rápida, se pusieron ropa cómoda y prepararon un desayuno simple pero delicioso, riendo y bromeando mientras lo hacían.

Una vez que terminaron, se acomodaron en el sofá, sintiendo el calor de la intimidad que habían cultivado. La conversación fluyó naturalmente, compartiendo historias y anhelos, y dejando que la conexión entre ellas se fortaleciera aún más.

Sin embargo, a medida que el día avanzaba y la energía entre ellas se intensificaba, la tentación se hizo irresistible. Sullyoon miró a Sana, sus ojos llenos de deseo y amor, y sintió que no podían resistirlo por más tiempo.

"¿Quieres...?" preguntó, con un brillo travieso en sus ojos.

Sana, sintiendo su corazón latir con fuerza, asintió con un leve sonrojo.

"Sí quiero" respondió, sintiendo cómo su cuerpo respondía a la cercanía de Sullyoon.

Así, ambas se encontraron nuevamente en la cama, dejando que los besos y las caricias fluyeran con la misma pasión que la noche anterior. Esta vez, no había timidez, solo una entrega mutua que las hizo sentir más unidas que nunca. La risa, los susurros y los besos llenaron la habitación mientras exploraban de nuevo la intimidad que habían comenzado a construir.

El tiempo se desvaneció a su alrededor, y todo lo que importaba era ese momento, juntas, creando recuerdos que atesorarían por siempre. Al final de todo, agotadas pero satisfechas, se acurrucaron una vez más bajo las sábanas, sintiendo que cada día juntas se volvía más especial.

Esa misma mañana, tanto Nmixx como Twice se dieron cuenta de que Sullyoon y Sana habían faltado a sus prácticas, lo que despertó la curiosidad entre ellas. Mientras se preparaban para el ensayo, las miradas se intercambiaron entre cada grupo, y las chicas comenzaron a murmurar entre ellas sin saber que en la sala del otro grupo pasaba exactamente lo mismo.

Bias | Sana × SullyoonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora