Días después de su mágica cita, Sullyoon y Sana se encontraban en el acogedor apartamento de la japonesa, una vez más sumidas en la intimidad de su relación. La luz tenue de la lámpara iluminaba suavemente la habitación, creando un ambiente perfecto para la noche de películas que habían planeado.
Sana había preparado un montón de bocadillos, desde palomitas de maíz hasta algunos dulces que le gustaban a Sullyoon. Se acomodaron en la cama, rodeadas de almohadas y mantas, sintiendo la calidez de sus cuerpos mientras comenzaban a ver una película romántica.
"No puedo creer que hayas elegido esta película otra vez", dijo Sullyoon, riendo suavemente mientras se acurrucaba más cerca de Sana.
"Es una de mis favoritas. ¡Y tú lo sabes!", respondió Sana, disfrutando de la cercanía de Sullyoon.
Con el sonido de la película de fondo, Sana rodeó a Sullyoon con un brazo, y esta se acomodó, apoyando su cabeza en el hombro de Sana. Unos minutos después, la tensión acumulada se disipó y empezaron a compartir caricias suaves, sus dedos entrelazados mientras sus manos se acariciaban delicadamente.
Sullyoon se sintió segura y amada. Las caricias de Sana eran delicadas y llenas de cariño, como si cada roce estuviera destinado a recordarles lo que sentían la una por la otra.
"Me encanta pasar tiempo contigo así", murmuró Sullyoon, sintiendo que su corazón se llenaba de alegría.
"A mí también. No hay nada mejor que esto", respondió Sana, mirándola con ternura.
Mientras la trama de la película se desarrollaba, ambas comenzaron a hablar sobre sus sueños y aspiraciones. Sullyoon se sintió libre de abrirse con Sana, compartiendo sus esperanzas sobre el futuro y cómo quería seguir creciendo como artista.
"A veces, me da miedo no estar a la altura de las expectativas", confesó Sullyoon, compartiendo la presión que a veces sentía.
Sana la miró, acariciando su cabello suavemente.
"Eres increíble tal como eres, Sullyoon. No necesitas ser perfecta. Solo sigue siendo tú misma", dijo Sana con sinceridad, deseando que Sullyoon pudiera ver lo maravillosa que era en realidad.
Sullyoon sonrió, sintiendo el calor de las palabras de Sana. La conexión entre ellas creció aún más fuerte, y el ambiente se volvió más íntimo.
A medida que avanzaba la película, las miradas se hicieron más profundas, y la electricidad en el aire era palpable. Sin poder resistirse más, Sullyoon giró su rostro hacia Sana, sus ojos llenos de emoción.
"Sana...", susurró Sullyoon, sintiendo que su corazón latía con fuerza.
Sana, captando la intensidad de la mirada de Sullyoon, también se acercó un poco más, sus corazones latiendo al unísono.
"¿Qué pasa?", preguntó Sana, su voz suave y tierna.
Sin pensarlo dos veces, Sullyoon se inclinó, y sus labios se encontraron en un beso delicado y lleno de cariño. Fue un momento perfecto, lleno de la intimidad que habían estado cultivando.
Cuando se separaron, ambas sonrieron, sintiendo que el tiempo se detenía en su pequeño mundo.
"A veces, siento que todo esto es un sueño", dijo Sullyoon, sintiéndose en las nubes.
"No es un sueño, es nuestra realidad", respondió Sana, sintiendo que cada momento a su lado era una bendición.
El resto de la película pasó rápidamente, pero no prestaron atención a las escenas en la pantalla. En cambio, se sumergieron en su propio universo, compartiendo risas, caricias y dulces susurros que solo ellas podían entender.
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Bias | Sana × Sullyoon
FanfictionDonde Sullyoon está harta de ser llamada "la hija de Sana"