Situaciones desesperadas requieren medidas desesperadas ¿No? ¿Aun cuando nunca pensaste aceptar esas medidas?
Jeongyeon está desesperada y Nayeon tiene una solución a sus problemas.
• Nayeon || Jeongyeon
• Jeongyeon G!P
• Prólogo + 37 capítulos + F...
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Jeongyeon tiene cierto déjà vu al ver ese mensaje de Nayeon. No tardó en preocuparse, pero ese.
"Solo quiero verte"
La calmó en un santiamén.
No indaga más y se dispone a ir donde su mayor. Entiende un poco su necesidad, ella también lo está sufriendo. Hace poco inició la universidad y ya no se frecuentan tan seguido como antes, la última vez que la vio fue hace más de dos semanas, cuando ellas mínimo se veían dos veces por semana. Les hizo bien estar separadas un poco, es bueno extrañarse de vez en cuando.
Aunque cuando llega frente a esa puerta, hay un pequeño temor en su ser. La última y primera vez que Nayeon la llamó sin motivo aparente, salió algo lastimada, no es fácil no pensar en ello cuando parece que la ocasión de repite.
Sacudió la cabeza, alejando esos pensamientos y sin pensar, tocó la puerta, pasando por alto el timbre.
—¡Pasa!
Escuchar su voz gritar al otro lado la sobresaltó un poco, no se escuchaba molesta o seria, así que indicaba un buen ánimo, o por lo menos uno normal.
Abrió tomando una bocanada de aire y se adentró en el departamento, viendo fugazmente esa cabellera café desaparecer por un pasillo. Cautelosamente cerró y avanzó unos cuantos pasos, sintiendo su organismo reaccionar ante la presencia de Nayeon.
Y cuando pensó que la ignoraría, sintió unos brazos rodeando hasta su espalda, un cuerpo refugiarse en el suyo y como recostaba la cabeza en su hombro.
Quedó paralizada por la inesperada bienvenida, parpadeando un par de veces, confundida, antes de corresponder ese abrazo, sintiendo cosquillas en su cuello ante la respiración calmada y tibia de la mayor, que parecía estar oliendo su perfume.
Nayeon se despegó y alzó la cabeza para mirarla.
—Hola —Finalmente saludó, parándose de puntitas para besar castamente sus labios.
—¿Todo bien? —No pudo evitar cuestionar, menos al sentir una necesidad en ese abrazo. Acarició la espalda de la castaña suavemente, dejando visible su preocupación.
—Sí, solo... —La mayor suspiro, dibujando una floja sonrisa— Estoy un poco frustrada, es todo —sonrió más amplio, escondiéndose en el cuello de Jeongyeon como una niña.
Estuvieron abrazadas unos minutos, Jeongyeon dando reconfortante y calmadas caricias en la espalda de Nayeon y esta fundiéndose en el calor de la menor, relajándose.
Al separarse, Nayeon tomó la cara de Jeongyeon entre sus manos y plantó un delicado beso en sus belfos, suspirando en medio de este cuando fue correspondida con la misma delicadeza.
Su sonrisa fue evidente y no la iba a ocultar por nada del mundo, ni por más al sentirse avergonzada bajo la brillosa e intensa mirada de Jeongyeon.
—Vamos a mi habitación —Entrelazo su mano con la de la menor y la jalo, haciendo que siguiera sus pasos.
