I can't handle change

58 7 19
                                    





































Capítulo 3-



































Capítulo 3-

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

—Entonces, ¿Como te llamas?—Preguntó el de pelo azul

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.


—Entonces, ¿Como te llamas?—Preguntó el de pelo azul.

—Madoc Le Fay...—

—Encantado, mi nombre es lancelot.—El rubio se presentó interrumpiendo al otro chico que acababa de abrir la boca para hablar.

Ahora que me fijaba, él tenía los ojos muy bonitos, como dos rubíes y la piel blanca e impoluta. !Que envidia¡

—¡Oye que me iba a presentar primero!— Se quejó el otro chico, porque antes lo había interrumpido.

—Pues se más rápido la próxima vez.— Le respondió con una sonrisa irónica el tal Lancelot.

—¡Callate! Lancetonto.— Lo ultimo lo dijo en un susurro, pero el anterior lo oyó.

—Te he oído imbécil.—

La pequeña discusión terminó rápido, pero siguieron hablando entre ellos, tanto Lancelot y Galeotto—que fue como se presentó el otro chico— como los amigos del de pelo verde, de quienes todavia no sabia los nombres.

Aunque no es como si ellos se hubieran molestado en hablarme, aunque suene triste yo estaba completamente aislada del pequeño grupo una vez me había presentado, se nota que no habían visto nada interesante en mi. Por otro lado si estaban hablando alegremente con Galeotto a quien parecía que acababan de conocer hace poco. ¡Que envidia!

Por otro lado aproveché para empezar a repetir la conversación en mi cabeza. Si el chico rubio se había dado cuenta a tanta distancia de que me estaba planteando salir o no era porque o bien tenía los sentidos muy agudos o podía leer la mente. La primera me cuadraba porque podía transformarse en zorro, a lo mejor era un hombre bestia. Jamás había visto uno, y por lo que sé aunque se transformen en bestias, siguen siendo bípedos humanoides, su transformación fue más allá. Pero si había una raza que podía transformarse y leer las mentes esas eran las hadas, aunque este chico no parecía ser una... Ni tenía alas ni esa personalidad inocente, de hecho era todo lo contrario. Ay qué lío tengo en la cabeza.

𝑺𝒊𝒓 𝑴𝒐𝒓𝒅𝒓𝒆𝒅 𝒕𝒉𝒆 𝑻𝒓𝒂𝒊𝒕𝒐𝒓 || Lancelotxoc!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora