Capitulo 2: Veo un amigo en ti

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Goku: Muchas gracias por la ropa y por haberme traído hasta tu hogar. —el saiyajin les sonrió. —te devolveré el favor algún día.

Afuera del hogar Uraraka un Goku ya vestido con una ropa de señor que le quedaba muy rara se despedía de Ochaco y de su madre.

Ochaco: De ser así venga por favor un fin de semana, somos una familia muy ocupada ¿Sabe? —respondió la chica de una forma similar al saiyajin.

Sra Uraraka: Espero que lo que vaya a hacer le salga bien. Usted no lleva dinero o cédula de identidad y dudo que tenga un trabajo.

Goku: Vaya, esa es la clase de cosas por las que se preocuparía milk pero si voy a vivir en el bosque no se para que me serviría un trabajo de oficinista.

Sra Uraraka: Espere. ¿Dijo en el bosque?

Goku: Si. Debo entrenar pronto para derrotar a Freezer. Recuerdo haberlo dicho ¿No?

Sra: Si... Por favor cuidese jovencito. —le dijo la mujer de buena fe.

Goku: Je... Vendré pronto para que vean que estoy bien, de nuevo muchas gracias. —alzando su mano el Son se despidió y emprendió rumbo hacia un rumbo desconocido.

La verdad es que desde que despertó esa sensación de impotencia le estaba estresando. El uso desmedido del kaio-ken causó que no pudiera usar el ki ni siquiera en algo tan básico como detecta presencias. Es como volver a ser el mismo antes del entrenamiento en el templo sagrado con Kami-sama.

¿Que debía hacer ahora? Quedarse sin hacer nada no era la respuesta que quería escuchar pero si se forzaba de más es probable que su cuerpo se rompiera.

Goku: Maldigo mi suerte. —el pelinegro chasqueó la lengua. —algo de comida me vendría bien.

Sin ningún puesto o bosque para cazar sería difícil comer pero el saiyajin decidió calmarse y no estresarse hasta estar realmente hambriento.

Goku era un hombre en ocasiones distraído pero no estúpido. Estaba tan inmerso en sus pensamientos y preocupaciones que hasta hace poco segundos no se dió cuenta a diferencia de lo que recordaba las casas de este barrio eran... Demasiado cuadradas.

Goku: He viajado por todo el mundo y jamás vi unas casas así. Bueno tal vez las de mi amigo upa.

Mientras el Son caminaba olió algo muy rico y con el gran hambre que sentía persiguió el olor hasta que lo llevo a un parque. Sentados en una banca se encontraban una niña y dos niños sentados a cada lado.

A Goku le intrigó la razón porque aún pesar de no poder sentir ki sentía que aquellos niños poseían cierta maldad.

Niño: En esta cajita hay una hay una hamburguesa y papas fritas con ketchup.

Niño 2: Come todita la comida o si no nos pondremos triste ¿Entiendes Poka?

La niña asintió y tomo cajita lista para agarrar la hamburguesa y devorarla sin embargo...

Goku: Oye niña esa hamburguesa está llena de hormigas ¿Estás segura de comerla?

Detrás de la banca el saiyajin hablo habiendo se invitado solo.

Niño: Se-señor ¿Que hace aquí?

Niño 2: E-esto no le incumbe.

El nerviosismo en los niños era evidente pero a diferencia de lo que creía el Son no estaba particularmente enojado con ellos.

Goku: Si son capaz de hacerle una broma tan cruel a su amiga también deben ser capaz de recibir el mismo trato de igual forma. —el saiyajin cogió de las muñecas a los dos niños y empezó a girar y girar hasta que alcanzó una velocidad peligrosa que asustó al par de brabucones.

Volviendo a entrenar desde cero (Harem)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora