No se supone que con el ahí sus amigos e hijo volvieran a morir como sucedió en la tierra. Cuando Goku llegó a Namek lo máximo que esperaba era derrotar a algunos soldados de parte del imperio al que servía Vegeta y al terminar enfrentarse contra el...
Hokkaido es una de la zonas de Japón en donde casi todo el año se la pasa nevando por lo que ir a pasear con solo una blusa y minifalda no era una buena idea porque quedarías transformado en una paleta al apenas salir de tu casa. Además te verías como un demente si sales así.
Esto era lo que Sona Sitri quería, que ella y su hermana vistieran ropa abrigada. A pesar de su apariencia de chica normal guardaba el secreto de ser un demonio y no solo eso, sino que formaba parte del clan Sitri, un clan de demonios de clase alta en el infierno.
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Sona: Este es un hermoso lugar si, —la chica sonrió. —así es.
A su lado su hermana mayor Serafall Leviatán, que aunque fuera un Maou uno de los rangos más altos en el inframundo, su actitud seguía siendo como la de una niña contrastando con su hermana menor.
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Serafall: ¡Sona-chaaaan! ¡¿Que le ves de divertido en caminar en una ciudad tan nevada?!
Sona: Vamos a esquiar cuando lleguemos arriba de la montaña. Usaremos el telequíes así que no tendremos que caminar todo el trayecto.
Serafall: ¡Pero así no puedo usar mi traje de chica mágica de Miracle☆Levia-tan"!
Sona: Si lo hicieras todos pensarían que estás loca. Mejor abstenté de usarlo hoy. —una pequeña sonrisa se mostró en la comisura de sus labios.
A Sona le molestaba esa actitud infantil de su hermana pero no quería decir que la odiaba, solo le gustaría que se comportará como una señorita de su edad.
Serafall: Que mala Sona-chan, puff —la Maou hizo un tierno puchero. —y yo que quería hacer mi espectáculo de chica magica.
Sona: Y a mí me gustaría pasar un buen tiempo con mi hermana, ¿Que tal si tomamos un chocolate cuando terminemos de esquiar?
Serafall: ¡Eso es una buena idea!
Antes de poder continuar hablando una gran presión fue ejercida desde lo alto de una de las montañas de la ciudad. Tal poder era más fuerte que que el de la propia Serafall y eso era decir mucho. Tenían que hacer algo no solo quedarse ahí sin hacer nada.
