Repitente | julienzo

Parte 4 - Julio

Cuando Julián entró a la casa pudo ver cómo su mamá cerraba la puerta del horno. Todo el lugar estaba impregnado por el aroma dulce de la tarta de manzana que acababa de hornear.

—Uhhh qué rico olor— habló, y le dio un beso a su madre. A la mujer le encantaba distenderse cocinando en sus ratos libres.

—Quería que estuviera lista para cuando salieras de Inglés, pero vamos a tener que esperar a que se enfríe.

—No hay problema. Mientras, me baño y después merendamos— respondió el castaño.

Estaba por abandonar la cocina cuando escuchó a su mamá hablar.

— ¿Quién era ese chico con el que hablabas?

—Un compañero de la escuela. Me lo encontré en el camino.

—No me acuerdo de haberlo visto antes...— habló la señora, intentando hacer memoria— ¿Estaba en el acto del año pasado?

—No, porque repitió— explicó Julián, dejando la mochila en una silla—, pero este año va a mi curso.

—Ahh... ¿Y qué quería? Parecía que te pedía algo.

— ¡Qué chusma que sos eh!

—Bueno che... Es que nunca lo vi y me pareció raro.

—Lo que pasa es que se llevó un montón de materias y ahora anda buscando quién lo ayude a estudiar— respondió con un poco de mala cara.

—Ay pobre chico, bueno si querés está el cuartito de la compu para que hagan la tarea y eso, si total tu padre ni lo usa— habló con cara pensativa y se dirigió hacia una de las puertas—, pero tendría que limpiarlo porque hace rato que no lo usamos— explicó, y ya estaba buscando los productos de limpieza del pequeño cuarto de guardado.

—Pará má, todavía no le dije que lo iba a ayudar.

— ¿Cómo que no lo vas a ayudar?— preguntó, entre asombrada y ofendida— Julián yo no te crié así— lo retó, apuntándolo con un plumero.

El chico sólo se cruzó de brazos y clavó su mirada en la tarta de manzana.

— ¿O hay algún motivo por el cual no quieras ayudarlo? ¿Ese es el que te molesta?

A Julián le sorprendió un poco el comentario. Ya era la segunda vez que su madre mencionaba algo así. Si bien las boludeces que le decía Giuliano le molestaban, él nunca le había contado a su mamá porque era algo tonto. Tampoco era para tanto.

—Ya te dije que nadie me está molestando.

—Ponele que te creo— habló la mujer, mientras volvía al sector de la cocina, dejando a un lado la tarea de limpiar.

Su hijo vió cómo cargaba agua en la pava eléctrica y la encendía, para luego sacar una caja de madera llena de tecitos de diferentes sabores.

—Yo quiero mate— le avisó, mientras levantaba la mochila de la silla—. No empieces la merienda sin mí. Me voy a bañar.

—Bueno, pero después vamos a hablar de eso de las clases.

—Fo...

Julián subió las escaleras, entró a su cuarto y tiró la mochila sobre la cama. Sacó su celular y tipeó un mensaje rápidamente:

Paredes

Leandro

no le digas a Enzo cómo me llamo

?????

quiere que lo ayude con inglés

pero no se sabe ni mi nombre???