El sol apenas comenzaba a asomarse por el horizonte, iluminando la pequeña casa de Sion. Era sábado, el día que más esperaba para descansar de la universidad, pero, en lugar de eso, se encontró atrapado en una nueva y caótica rutina. Los llantos de los gemelos resonaban en toda la casa, y a pesar de que no se consideraba alguien que se estresara fácilmente, la situación comenzaba a ponerlo a prueba.
—¡No! ¡Por favor, no más lloros! —gritó Sion mientras se frotaba los ojos, todavía medio dormido. Se levantó de la cama, dándose cuenta de que había sido un error dejar que los bebés durmieran en la habitación esa noche.
Se dirigió a la sala, donde los gemelos, Sakuya y Ryo, se encontraban en su cuna, cada uno llorando a su manera. Mientras trataba de calmar a Sakuya, escuchó el timbre de la puerta. Con una mezcla de desesperación y confusión, se acercó, esperando que no fuera otro problema.
—¡Sion! —La voz de Riku, su vecino y amigo, lo sorprendió—. ¡Déjame ayudarte!
Riku, siempre tan tímido, había llegado justo a tiempo. Tenía esa sonrisa nerviosa, pero también una determinación que le daba un toque especial en esos momentos caóticos. Sion se sintió aliviado de verlo.
—Gracias, Riku. ¡No sé qué haría sin ti! —dijo, mientras Riku se acercaba a los gemelos, listo para ayudar.
Riku se agachó junto a Sakuya, intentando calmarla. Mientras Sion se ocupaba de Ryo, no pudo evitar sonreír al ver a Riku lidiar con el pequeño. Había algo adorable en su forma de ser, su timidez contrastaba con su deseo de ayudar.
—¿Cómo estás tan tranquilo? —preguntó Sion mientras trataba de sostener a Ryo, que parecía querer moverse constantemente.
—No estoy tranquilo. Solo... trato de no pensar en ello —respondió Riku, avergonzado, pero Sion notó que la forma en que hablaba con Sakuya mostraba un lado más cariñoso de Riku.
—Deberías intentar hablarle como si estuvieras conversando con alguien más. A veces, eso ayuda —sugirió Sion, viendo cómo Sakuya empezaba a calmarse al escuchar la voz de Riku.
A medida que pasaban los días, Sion y Riku encontraron su propio ritmo. Sion se encargaba de Sakuya mientras Riku cuidaba de Ryo. Era un buen equilibrio, y poco a poco, los dos comenzaron a hacerse responsables uno del otro, convirtiendo su relación en algo más profundo y significativo.
Un sábado por la tarde, después de haber lidiado con los gemelos durante toda la mañana, decidieron tomarse un descanso. Se sentaron en el sofá, rodeados de juguetes esparcidos y un par de biberones vacíos.
—¿Qué tal si vemos una película? —sugirió Riku, tratando de romper el silencio.
—Me parece una buena idea. Pero solo si no eligen una de esas películas de terror que tanto te gustan —bromeó Sion, recordando un par de noches previas que habían pasado aterrados tras ver alguna película de miedo.
—Prometido. Solo algo divertido —respondió Riku, buscando en su teléfono. Finalmente, encontraron una comedia que prometía risas.
Mientras la película avanzaba, ambos se dejaron llevar por las risas y las locuras en pantalla. Era el primer momento de calma que tenían en semanas, y ambos disfrutaban de la compañía del otro.
—Es raro ver una película sin estar pensando en los bebés —dijo Sion, dejando escapar una risa—. Me siento culpable por no estar prestando atención a Sakuya y Ryo.
—¡Están bien! —replicó Riku, sonriendo—. Se están tomando una siesta, gracias a ti. Además, cada uno necesita un poco de tiempo libre de vez en cuando, ¿no crees?
Sion asintió, sintiendo que estaba en lo cierto.
Pero en medio de la diversión, la conversación cambió sutilmente. Hablaban de la universidad, de las responsabilidades, y poco a poco, comenzaron a compartir más sobre sí mismos. Riku reveló que había crecido con un hermano menor y que siempre había sido su responsabilidad cuidarlo.
—A veces, lo encontraba un poco frustrante, pero ahora que lo pienso, me gustaba ser el que lo protegía —admitió Riku, sus ojos brillando con nostalgia.
—Es curioso. Nunca pensé que disfrutaría cuidar de bebés —dijo Sion, un poco sorprendido de su propia sinceridad. —Pero ahora que estoy aquí, es diferente. A veces, creo que incluso me gusta.
Riku se volvió a mirarlo, como si hubiera descubierto algo nuevo en él.
—Lo haces bien, Sion. Me alegra que estemos en esto juntos. —El tono de su voz era serio, pero había una calidez en sus palabras que hizo que el corazón de Sion latiera más rápido.
La película llegó a su fin, y mientras los créditos comenzaban a rodar, ambos se sintieron un poco más cerca el uno del otro. Riku no era solo su vecino; se había convertido en alguien en quien podía confiar, un compañero en esta inesperada aventura.
Los días siguientes transcurrieron con la misma mezcla de caos y risas. Mientras cuidaban de los gemelos, la conexión entre Sion y Riku continuó fortaleciéndose. Compartían la carga, pero también los momentos de alegría y frustración.
Un día, mientras estaban sentados en la sala con los bebés jugando a su alrededor, Sion decidió que era hora de abordar el tema que había estado pesando en su mente.
—Riku, ¿alguna vez has pensado en lo que pasará con Sakuya y Ryo? —preguntó Sion, su voz un poco seria.
Riku lo miró, una sombra de preocupación cruzando su rostro.
—A veces, me pregunto si alguien vendrá a buscarlos —admitió Riku, su tono sombrío. —No entiendo cómo alguien podría dejarlos así.
—Tal vez podríamos hacer algo al respecto. Podríamos intentar buscar a sus padres o alguien que los conozca —sugirió Sion, sintiendo que debían hacer algo, aunque no sabían por dónde empezar.
Riku asintió, su expresión pensativa.
—Sí, eso sería lo correcto. Pero... no sé por dónde empezar.
Ambos se sumieron en un silencio pensativo. El misterio de la llegada de los gemelos seguía sin resolverse, y con cada día que pasaba, la carga de lo desconocido comenzaba a pesar más en sus corazones.
Sin embargo, sabían que no estaban solos. Se tenían el uno al otro, y a pesar de los desafíos que enfrentaban, su relación solo se hacía más fuerte.
Y en medio de la incertidumbre, eso les daba esperanza.
MIREN LO LINDO QUE SE VE JAEE EN ESA FOTITO😭
Se supone que actualizaria todos los días pero estoy muy ocupada por lo que no tengo inspiración pero prometo que lo voy a recompensar
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﹙ >.< : Accident? !̵
Ngẫu nhiênSion se despierta con dos bebés en la puerta de su casa. Sin idea de qué hacer, su vecino Riku aparece para ayudarlo. Lo que empieza como un caos inesperado podría cambiar sus vidas de formas que nunca imaginaron.. - actu casi todo los días - histo...