capitulo XII

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El guardia real de la princesa de Jerusalén

Lesier se levanto temprano a decir verdad no pudo dormir bien en la noche se cuerpo le dolia más frecuente tal vez los tés que tomaba para suprimir su periodo o las las vendas apretadas que siempre llevaba todos los días a cualquier hora

El leprosario estaba tranquilo, nada muevo que hacer lesier se encontraban en su habitación su cama con costuras de rosas en hilos plateados las venas alumbraban las danzantes sombras que se reflejaban

El aroma a rosas e incienso primaveral y los ropajes negros y lindos que portaba

Tal vez se sentía bien consigo mismo podía hacer lo que quería sin ser juzgado

Se encontraba sentado en su escritorio de madera escribiéndo con sutiles movimientos, investigaba en libros de medicina alguna posible cura para la lepra tal vez era imposible pero para el no.

Saco de su bolso las botellas de aceite de rosas que compro en el mercado tal vez agregándole incienso y yerbas medicinales podría solucionar las yagas y heridas no tan profundas

Con el aceite podría crear jabones y cremas hidratantes, para baños especiales, tenia todo eso en mente y tenía toda la vida para crear la cura después de un rato creo un ungüento de aceite con incienso y yerbas medicinales para saber si funciona su ungüento necesitaría un conejo de experimento, salió de la habitación no sin antes anotar los ingredientes de su nueva posición

Camino a los comedores, los baños,  el patio y los salones hasta que encontró a el conejo de experimento perfecto



























-Oh querido Gabriel ¿como has estado eh?- Lesier sonrió con malicia

-Ahora que necesitas-

-Bueno, ya que insistes en saber quiero que seas la persona que lleve el tratamiento que estoy haciendo

-Y yo por que?-

-Nada de preguntas, vamos-

Caminaron hacia la habitación después de un rato Gabriel tenía en ungüento en todo la cara debajo de unas vendas

-Bien, ahora solo te aplicare el ungüento todos los días en la mañana y en las noches después de un baño con un jabón que hice especial, regístrate los cambios o avances y si no funciona volveré a hacer todo de nuevo-

Despues de unas horas Lesier obtuvo su jabón que ayudaría a que la piel podrida de caiga y con la crema ayudaría a regenar y crear capaz de piel faltantes

Lesier estuvo toda la tarde haciendo investigaciones tendria que salir después a comprar deferentes tipos de yerbas y cremas

Lesier estaba concentrado hasta que escucho un sonido en la puerta

-Adelante, oh maestre!- se levanto de su silla

-Oh muchacho lesier como has estado?-

-Muy bien maestre y usted?

-Muy bien gracias, me ha llegado una carta del palacio requiriendo tu presencia el rey y la princesa te han solicitado en este momento asi que alistate y dirígete al palacio lo más pronto posible no hagas esperar a s majestad-

𝓔𝓵 𝓬𝓸𝓻𝓪𝔃𝓸𝓷 𝓭𝓮𝓵 𝓵𝓮𝓹𝓻𝓸𝓼𝓸       𝓑𝓪𝓵𝓭𝓾𝓲𝓷𝓸  𝓲𝓥 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora