- Podrías haber ido con ellos, Adam. -
- ¿Y dejar a los que quedaron sufriendo a manos de los humanos? De ninguna manera. -
- Esperaba que dijera eso. -
- ¡Hmph! -Me quedé en silencio junto a Adam en el puerto viendo zarpar el barco que llevaba a White Fang y a los faunos resgatados hacia Menagerie. Un día se pasó después de la misión de rescate completada, el White Fang tuvo que ir al apartamento de faunos a descansar antes de partir y los rescatados también a sentirse mejor por lo que les tocó pasar luego de ser secuestrados. Algunos se despiden de nosotros con la mano, pero tengo la más mínima sensación de que lo hacen a espaldas de Sienna.
También les hago un gesto con la mano y les digo desde lejos que se cuiden bien. Adam también hace lo mismo, pero de forma débil. Puso la venda en mis ojos y salimos del puerto y nos dirigimos a la ciudad.
- (Lo siento, Kali. Cuando nos volvamos a encontrar, tendremos una conversación.) -
Hubo dos razones por las que nos separamos de ellos en el puerto. La primera fue que decidí que después de que los rescataramos, nuestras vacaciones terminarían oficialmente, y eso es lo que está sucediendo ahora. Bruno intentó convencerme a irnos juntos, pero me negué, y Billy necesitaba ahora de su padre.
Y la segunda razón fueron los faunos de la ciudad. A pesar de que ocurrió el secuestro, pocos decidieron quedarse, lo que me hizo preocuparme por su seguridad entre los humanos. Me preocupaba que volverían a ser atacados o secuestrados y quiero protegerlos, pero... Había un gran problema. El grupo de Ozpin.
- (Realmente quiero ayudarlos, pero esta ciudad ya no es más segura para mí. Qrow ya debe haber dicho a Ozpin mi ubicación después de nuestra pelea.) -
- Eres mucho más tranquila de lo normal, Rosaria. ¿Algo en mente? -
- ¡!... Me preocupan con los que quedan aquí. Me dijiste ayer que los secuestraron porque no estábamos aquí, y básicamente éramos a sus guardianes. Quizás realmente sea culpa mía por salir de la ciudad de vacaciones. -Si no hubiera anunciado que nos íbamos de vacaciones, los faunos estarían más seguros lejos de los secuestradores racistas. Bruno y Billy vivirían aquí sin que nadie molestara sus vidas.
- *Suspiro* Lo hecho, hecho está. No tiene sentido llorar por la leche derramada. -
- ¡! ¿Eh? -
- Estamos aquí ahora, ¿No? Ellos aún tienen a sus guardianes, y nosotros seguiremos protegiéndolos. ¿O no me vas a decir que te volviste blando por eso? -
- ... ¿Y por casualidad me viste suave en nuestras peleas? -Adam tiene razón, lo hecho, hecho está. Debemos protegerlos a toda costa contra los idiotas. No esperaba que me diera una motivación, a una humana como yo. Estoy impresionado.
- Ahora sí, esta es la Rosaria que conozco. -
- Oh, vaya, señorita Rosaria. Adam. -Una señora fauno nos llamó y apenas habló, otros faunos se fijaron en nosotros y nos saludaron con respeto y sin resentimiento. Me quedé sin palabras porque todavía confían en mí y les pedí disculpas por no protegerlos.
Los faunos aceptaron mis disculpas y seguimos adelante. Alquilamos una habitación de un apartamento y, por supuesto, estaba prohibido para los faunos, y simplemente destruí el cartel y amenacé al encargado si le decía a las autoridades que no lo vería mañana. Rindiéndose, el encargado le dio la llave y nos dirigimos a la habitación.
Dos Días Después
- No necesitaba gastar su dinero, señora. -
- Tonterías, cariño. Es lo mínimo que podemos hacer por ti. Nos protegiste de los racistas durante todo este año. Así que es justo que devolvamos lo que hizo por nosotros. Y también al pequeño Adam. -
- ¡No me llames pequeño! -
- ¡Adam! Lamento su comportamiento. -
- No hay problema. Los niños de estos días. Jaja. -