Capítulo 2: Negociaciones

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*FLASHBACK*

Colin siguió los movimientos de Penelope desde el otro lado del salón de baile con el fingido desinterés qué había perfeccionado desde que entró en la sociedad siendo un hombre joven.
Nunca era prudente demostrar demasiado interés por el sexy débil si uno no deseaba una novia, y Colin ciertamente no la deseaba. No era que se opusiera por completo al matrimonio, pero aún no había encontrado a la mujer que haría que la vida doméstica se sintiera como una aventura. Hasta que lo hiciera, conservaria la libertad de su soltería.

Sin embargo, después de su sorprendente encuentro el otro día, estaba preocupado por su amiga. Había estado rondando el número cinco tan a menudo como podía sin llamar la atención, con la esperanza de encontrarla. Cuando preguntó, Eloise le dijo que Penelope se sentía mal y que no había ido a verla en varios días. Ella lo había mirado con sospecha después, pero Colin sintió que valía la pena por la confirmación de que Penelope lo estaba evitando.

Sabia que no podía excusarse de ir al baile de esa noche sin provocar la ira de su madre, y planeaba hablar con ella tan pronto como fuera posible. Llegó con su familia, haciendo su entrada en grupo de una manera que a menudo atraía la atención de las damas elegibles de la alta sociedad, así como de sus madres casamenteras. Pero esa noche, solo tenía ojos para una joven. Parecía avergonzada de volver a verlo. Sus mejillas sonrojadas y su mirada abatida eran una indicación.

Se dirigió hacia ella con la mayor naturalidad que pudo, saludando a sus amigos de la universidad, hablando con Lady Featherington y deteniéndose para tomar un refrigerio en el camino.
Cuando sintió que no llamaría la atención, se unió a su lado como había deseado hacer desde la última vez que se vieron.

"Buenas noches, señorita Featherington. Se ve especialmente hermosa con ese color de vestido"
Era correcto decirlo y tenía la ventaja de ser la verdad también.

Penelope llevaba un vestido rosa pálido qué contrastaba con su cabello rojizo y resaltaba el rubor de sus mejillas. Cada vez que llevaba un vestido rosado, Colin recordaba la primera vez que habían bailado juntos.

Penelope se aclaró la garganta, denotando algo de nervios.
-Gracias, señor Bridgerton. Me da gusto que se encuentre bien esta noche-.

Colin bajó la voz y casi como un murmullo dijo:
-Muy bien, demasiado bien. De hecho, tuve una reunión extremadamente agradable con alguien esta semana y me siento bastante satisfecho con el resultado de tal reunión-.

Penelope se sonrojó y usó su abanico para refrescarse.
-Señor Bridgerton, le pido de favor que limite sus comentarios a lo que es apropiado converdar en un salón de baile-.

Colin sonrió lobunamente. -¿Que dije que no fuera cierto?- La miró con picardia y le guiño el ojo. -¿Puedo invitarla a bailar la siguiente pieza?- preguntó él.

-El siguiente baile es un vals- replicó ella.

Colin podía sentir y escuchar la pregunta no formulada en su voz. Nunca habían bailado un vals antes, ya que Colin tendía a reservar los bailes más alegres para Penelope. Pero tenía la necesidad de abrazarla después de su encuentro de la otra noche, para segurarse de que ella era real y lo que pasó entre ellos había sido real.

-Hablé con tu madre y me dio permiso- respondió Colin.
Penelope lo miró aún con más asombro, pero rápidamente controló sus rasgos para evitar llamar la atención.

-Supongo que debo hacerlo entonces- dijo Penelope con un suspiro de resignación. Sabia que su madre se enojaría mucho con ella si se negaba a bailar con un caballero elegible como Colin.

-Perdóname Pen, al parecer no quieres bailar conmigo-. Colin entrecerro los ojos, observando su postura cambiante y tensa.

Colin se inclinó más cerca y dijo: "¿te molesta la familiaridad del baile? Te aseguro que puedo ser un perfecto caballero". Le sonrió encantadoramente y pudo sentir el momento en que tomó su decisión. Cuando la música se detuvo para permitir que las parejas tomarán sus lugares en la pista, extendió el brazo para guiarla. Cuando hicieron contacto, el rubor rosado de sus mejillas y el ligero temblor en su mano le aseguraron a Colin qué Penelope estaba recordando la última vez que se tocaron, al igual que él.

Escándalo TentadorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora