• Capítulo 05 •

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-Wooyoung, creo que te pasaste. Derribaste a los golems pero también a los elfos -comentó San a su lado. Se encontraban en un pico alto de la montaña. 

-Todos ellos son fuertes, además no hay nada que nuestro rey no pueda curar -aseguró el elfo. Su cuerpo no dejaba de temblar por el intenso frío. Sus labios estaban morados, sus manos, nariz y mejillas rojas por el frío. Habían llegado tan rápido que ni siquiera pensaron en detenerse por unos abrigos. 

-Bajemos, deberías ponerte junto a una fogata

San se quitó su propio saco, si bien no era muy abrigado pero iba a ayudar al contrario. Lo envolvió con suavidad, el traje lo cubría bastante por la diferencia de tamaños. Wooyoung se veía más pequeño y frágil junto a San, quien tenía un físico más definido y una ancha espalda. A Wooyoung le encantaba mirarlo cuando el otro estaba distraído.

-Gracias -susurró el elfo. Cubrió un poco su rostro con el saco. Olía al humano, era cálido y reconfortante-. Bajemos.

Los dos se apresuraron en bajar la montaña. 

En cuanto estuvieron abajo se dirigieron a la avalancha de nieve que había llegado hasta el pie de la montaña.

-¡Seonghwa! -gritaba Wooyoung. 

-¡Acá estamos! -respondió Hongjoong, quien había levantado su brazo en el aire para ser visto.

Los demás guerreros y las elfas salieron de la nieve con dificultad. Hongjoong lo hizo también sin soltar a Seonghwa. Una vez fuera de la espesa nieve los dos se miraron preocupados.

-¿Estás bien? -hablaron ambos al mismo tiempo.

Aquello los hizo reír y se relajaron. Sin embargo, la expresión de Seonghwa se arrugó por la preocupación al ver que Hongjoong tenía raspones y uno que otro hematoma. 

-Vayamos a la tienda así curo tus heridas. Gracias por protegerme, pero deberías cuidarte a ti, yo puedo curarme con magia, unos cuantos raspones no son nada para mí -Seonghwa tomó su mano y descendieron con cuidado, el terreno era disparejo ahora. 

-Aunque puedas curarte eso no quitará el hecho de que te lastimarás y te dolerán, ¿no? 

Hongjoong entrelazó sus dedos. 

-¡Seonghwa! ¡Hongjoong! -Wooyoung gritó y agitó su brazo en el aire llamando su atención. 

Los aludidos se giraron hacia él. Hongjoong se quedó paralizado al observar quien estaba junto al elfo. 

-¿San? -murmuró sorprendido. 

-¡Hermano! -San corrió hasta él y sin dudarlo lo abrazó con fuerza. Sus ojos se humedecieron-. Dios, creí que no te volvería a ver, pero estás vivo. 

-¿Cómo me encontraste? -inquirió el rey humano. 

-Dijeron que estabas muerto, por un momento pensé que era verdad y bajé la guardia, trataron de envenenarme y me di cuenta que algo estaba mal. Comencé a investigar por mi cuenta y seguí tu rastro hasta acá.

Explicó el príncipe. Se separaron y se miraron fijamente por unos segundos. Los ojos de San se desviaron hasta la mano de su hermano mayor, la cual no había soltado la del rey elfo en ningún momento. 

-¿Acaso… están saliendo? -preguntó de repente. 

El rostro de Hongjoong y Seonghwa se coloreó efusivamente. Soltaron sus manos y miraron en direcciones opuestas.

-¡Sí! -respondió Wooyoung alegre.

-¡No! -negaron al mismo tiempo Seonghwa y Hongjoong.

-Casi lo olvido. Un placer conocerlo, su majestad -San se arrodilló enfrente de Seonghwa-. Estoy en deuda contigo por proteger a mi hermano. 

Crown | Seongjoong & WoosanDonde viven las historias. Descúbrelo ahora