• Capítulo 06 •

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Luego de la reunión Wooyoung fue detrás del príncipe humano.

-San -lo llamó apareciendo detrás de él y tocando su hombro.

-¿Wooyoung? 

Una pequeña sonrisa se dibujó en su rostro anteriormente serio a causa de la larga reunión que tuvieron. 

-Te debes estar dirigiendo a uno de los cuartos para invitados, ¿no? -ante el asentimiento del príncipe, Woo continuó-. Dada tu situación sería mejor que estés en un cuarto más seguro. El mío lo es, tengo uno propio en el palacio. 

San abrió la boca dispuesto a hablar, pero calló. Esa era una invitación de otro tipo. Finalmente respondió.

-Que amable, no puedo negarme si se trata de ti.

San se acercó de repente al elfo. Abrazó su cintura y pegó sus cuerpos, una de sus manos se deslizó traviesa al trasero del más petizo. Ambos conectaron sus miradas efusivas, cargadas de un deseo contenido. Sin agregar nada más sus bocas se unieron en un intenso beso que los dejó sin aire. 

Agitados y excitados por la situación fueron rápidamente hasta el cuarto del elfo donde sus ropas volaron por el aire y se entregaron por completo al otro. 

Después de aquello Wooyoung acarició el cabello de San y dejó unos cuantos besos en la frente del príncipe. Estaban teniendo contacto más allá de lo sexual. Wooyoung estaba siendo cariñoso y atento. El elfo sonreía tontamente, como si estuviera enamorado… Las alarmas dentro de San se dispararon. 

En cuanto el elfo se quedó dormido el humano se levantó y se vistió. Sin hacer ruido abandonó el cuarto. 

Al salir al pasillo prendió su camisa. Su mente y corazón eran un caos. Su pecho aún seguía agitado. 

-¿San? ¿Qué haces aquí? -preguntó una voz familiar. 

-Hongjoong -San casi saltó del susto-. Solo vine a charlar algo con el bardo, Wooyoung, ya sabes…

Fingió inocencia. Claramente Hongjoong era muy listo y supo que algo más pasaba. 

-¿Y por qué tú ropa está así? ¿Acaso estaban hablando sin ropa? -cuestionó curioso. Se aguantó un poco la risa, quería poner nervioso a su hermano. 

-¿Qué haces tú aquí? Tu rostro está ruborizado y vienes desde donde están las habitaciones de la realeza -San sonrió victorioso al apreciar la expresión avergonzada del mayor-. Así que los rumores son ciertos, tienes un amorío con el rey elfo. 

-¡San! Claro que no, solo nos volvimos buenos amigos -negó, pero pensó por unos segundos-. A decir verdad, ojalá fuera así.

El príncipe se sorprendió. Nunca había visto a su hermano admitiendo sus sentimientos así. Los dos caminaron lado a lado por el largo pasillo mientras charlaban. 

Al anochecer la mayoría estaba esperando en el gran comedor del palacio, ya que se llevaría a cabo un banquete con la presencia de los dos reyes. 

Cuando Hongjoong despertó sus pies lo llevaron directo a la habitación de Seonghwa. Se le había ocurrido la idea de que podrían prepararse juntos para el banquete e ir con trajes a juego. 

Estaba por llamar a la puerta, pero esta se abrió en el momento exacto. 

-Hongjoong… -sonrió el rey elfo.

-Seonghwa… 

-Estaba por ir a buscarte, pero ya no es necesario.

El mayor se hizo a un lado para que el rubio entrara. Una vez dentro Seonghwa tomó su mano y lo llevó hasta el fondo del cuarto. Con una amplia sonrisa ligeramente tímida le enseñó dos maniquíes que vestían dos trajes impecables. Uno de ellos en color negro con detalles rojizos y el otro era de tono carmín con detalles oscuros. Hacían juego. 

Crown | Seongjoong & WoosanDonde viven las historias. Descúbrelo ahora