BIENVENIDA

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La recién nacida descansaba en la gran cama del dueño de la casa .

Mientras tanto, él ocupaba su ordenador comprando todo objeto de bebé que encontraba a su alcance.

Al llegar a la zona de cunas, unos ligeros golpes sonaron en la puerta seguido de un susurro de su mayordomo y padre adoptivo.

-Señor, como va con la señorita Hana-

Terminó de entrar a la habitación con una taza de té la cual sirvió con cuidado.

-La verdad...Va a ser un reto, llevo tan solo dos años siendo Batman, y ahora sumarle la paternidad...Temo no poder prestarle la atención que merece-

Alfred, quien cuando vio a su amo volver con la bebé en brazos ,acompañado de Superman sin dirigirle miradas de muerte y sin ninguna herida, se hizo mil y un teorías que nunca diría en alto.

Ahora sentía una ola de orgullo al ver al niño que cuidó ,tomando de un día para otro el papel de padre.

-¿Cómo lo hiciste cuando te quedaste conmigo?-

-Solo le diré que no fue sencillo, pero tampoco debería tomarme de un ejemplo exacto, ninguna crianza es igual por que ningún niño es igual-

/Alfred todo el mundo debería tomarte de ejemplo/

-Aaaaah, te admiro Alfred, yo ya siento como me sube la tensión ,no paro de pensar en que pasaría si se pone a llorar y no sé si es que hizo del baño ,o tiene hambre , si se me cae de los brazos o la sujeto muy fuerte, si se llega a enfermar, si de repente le sale una alergia o...-

Es poco decir que Bruce Wayne estaba al borde del delirio.

-Amo Bruce, tranquilícese-

La pequeña empezó a llorar, pues el hambre cae a altas horas de la noche cuando se es un bebé.

Bruce se levantó alarmado pensando que igual le dolía algo, o que le había pegado una fuerte fiebre por la fuerte lluvia. Pero una indicación de Alfred lo frenó , y fue este el que elevó a la pequeña Hana, quien al sentir el contacto se relajó, pero sin dejar de llorar por el hambre que tenía.

-Algo que su madre hacía para averiguar que era lo que usted necesitaba-

Alfred le indicó a Bruce que se sentara, y este perdido en la desesperación de la paternidad hizo caso como un niño bien mandado.

El mayordomo colocó a la bebé en los brazos de su padre ,y fue guiándolo para que poco a poco ,perdiera esa ansiedad que lo inundaba.

-Primero, el olor delata si hay que cambiar el pañal, segundo, normalmente cuando los bebés tienen fiebre tienden a ponerse bastante rojos y arden  por su elevada temperatura, por lo que solo queda-

-¿Tenemos biberones?-

-Tengo uno preparándose en la cocina, iré a por el-

Bruce tenía a su hija en brazos, rígido como una tabla, temiendo hacer algún movimiento que molestara a la pequeña, pero a causa de aún no tener su comida ,la bebé berreó de nuevo, exigiendo que la dieran de comer cuanto antes.

Por instinto ,él la acomodó en su pecho, golpeando constantemente con cuidado su pequeña espalda, lo que al parecer la tranquilizó por completo.

A pesar de tener hambre, la pequeña se serenó después de sentir los latidos de su padre y los ligeros toques en su espalda fueron la guinda del pastel, en pocos segundos la bebé sintió ser ganada por la pesadez de sus párpados, y así, volver a dormir en los brazos de su padre con unos últimos quejidos.

Un minuto después, Alfred llegaba con el biberón caliente , iba a tocar, cuando se dió cuenta del silencio en el interior de la habitación, por lo que abrió la puerta con cuidado de no hacer ruido.

Batgirl / Hana Wayne (Una historia junto a la Batifamilia)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora