Lando nunca pensó enamorarse, pero al conocer a María fuer inevitable. Ahora debe de luchar con sus miedos, dudas y con la la nube gris que acompaña a María, si realmente la quiere en su vida.
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10 años después
Pov'Jules
Estoy nervioso...muy nervioso, hoy era el cumpleaños número catorce de Sophie. Mis padres, Valentina y yo habíamos viajado a Texas para estar con ella. Mi hermana Luna se encontraba en la universidad. Hice a mis padres hacer una pequeña parada en una florería para comprar las favoritas de ella: Rosas Amarillas.
Papá estaciona el auto, tomo las flores y bajo antes que ellos, camino hacia la puerta y toco. Entonces abre una cara muy conocida, al principio sonríe, pero luego sus cejas se fruncen al ver el ramo de rosas.
-¡Hola, tío Charles!-mi sonrisa vacila.
-Hola, Jules-señala mis manos-¿Son para Andrea?
-No-puedo sentir mis mejillas sonrojarse-Son para Sophie, por su cumpleaños.
-Ella odia los rosas-cruza los brazos.
-Eso es mentira-la tía Andrea aparece-Hola, cariño.
-Hola, tía-me acerco y beso su mejilla-¿Puedo ver a Sophie?
-Claro que sí, está en su habitación-guiña un ojo-Mon amour, déjalo pasar.
-Te estoy vigilando pequeño, Sainz.
-Deja al niño en paz, Leclerc-dice tío Lando-Haz crecido mucho-aprieta mi hombro-¿Listo para correr autos?
-No, no hay autos para mí-me encojo de hombro-Seré jugador de futbol americano.
-¿Qué?-grita tío Charles-¿Tu padre está de acuerdo?
-Lo estoy-papá entra por la puerta de la mano de mamá-Apoyamos su sueño, sea cual sea.
-Es correcto-asiente mamá-Y será el mejor en lo que decida hacer.
Aprovecho que están hablando sobre mi futuro, para ir por las escaleras hacia a la habitación de Sophie.
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Pov'Sophie
Sonrío al leer el mensaje de Luna, dejo el teléfono junto a mi almohada y mi vista regresa al techo donde cuento las estrellas que coloco mi padre hace un par años. Amaba la película del principito podía verla una y otra vez sin problema. Por eso papá las coloco en mi techo, dijo que ellas siempre iluminarían mi camino. Sonrío. Hay un par de toques en mi puerta.
