Lando nunca pensó enamorarse, pero al conocer a María fuer inevitable. Ahora debe de luchar con sus miedos, dudas y con la la nube gris que acompaña a María, si realmente la quiere en su vida.
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Pov'Lando
Un mes desde que mi esposa ingreso a la clínica, estaba tan cerca y lejos al mismo tiempo. Estaba en Texas en casa de los Leclerc para pasar el año nuevo. No tenía ganas de festejar, pero ellos eran mi familia y nos manteníamos unidos en cualquier situación.
-¿Aburrido?-pregunta Andrea tomando mi brazo.
-No soy buen actor, ¿Cierto?-le doy una sonrisa a medias.
-No, pero no tienes que fingir-hace una pausa-Fue un golpe duro para todos.
-¿Crees que podre recuperarme de esto?
-Lo harás- me abraza-Estas personas que vez aquí te amamos, prometo que estaremos a cada paso.
-Gracias, Andrea-beso su frente.
-De nada, Lando-besa mi mejilla-Tu y María se aman, el tiempo pasara volando.
Con un último abrazo, camina hacia donde esta Carlos y Helena.
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Abro los ojos y miro por la ventana donde el sol ilumina afuera, me coloco mi camisa y bajo a la cocina para ver si alguien está despierto.
-Sooo...Sooo-sonrío al escuchar a Jules.
-Sophie está dormida, cariño-entro la cocina y Helena se encuentra frente a él-Ahora come, en cuanto se despierte iremos a verla.
-Soo-vuelve a decir.
-Alguien esta flechado por la pequeña Sophie-me siento en una de las sillas vacías.
-No me lo digas, Soo es su nueva palabra favorita.
-No solo la palabra es su favorita-tomo una manzana y la muerdo-¿Es así con Valentina?
-Solo fueron dos días, después lo olvido-suspira-Pero con Sophie es diferente.
-Esos dos los harán familia-la miro-Sainz Leclerc suena bien.
-Cállate y no lo digas enfrente de Charles ni de Carlos.
-¿Qué no diga qué?-Charles entra a la cocina con la pequeña Sophie en brazos.
-Sooo-agita los brazos Jules-Soo....ma...ma...Sooo
-Si, cariño es Sophie-Helena lo saca de la silla, lo toma en brazos y lo acerca Charles. Jules estira su mano, acaricia su mejilla y sonríe.
-Definitivamente los harán familia-sonrío.
-No digas eso Lando-gruñe Charles-Mi niña no llevara el apellido Sainz.
-Eso no depende de ti-volteo los ojos.
-Exacto, Charles-Carlos entra con Valentina en brazos-Si ellos quieres estar juntos, lo estarán.
-Ya veremos.
Rio, esto será divertido de ver. Carlos y Charles como posibles consuegros, quien lo imaginaria.
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Me encuentro sentado en el porche, miro el paisaje que me rodea y es tan tranquilo, ahora sé porque Charles lo compro para Andrea. Se sentía tanta paz.
-¿Lando?-miro a Sandra que se encuentra parada a mi lado.
-Hola, Sandra.
-¿Puedo robarte unos minutos?
-Claro que si- se sienta a mi lado.
-Me hablaron de la clínica, María está bien-suspira-Sé que la amas y que tú también estas trabajando para ser una mejor persona-me mira-Quiero ver a mi niña feliz, sé que lo era contigo-hace una pausa-No sé qué paso entre ustedes, pero como madre estoy preocupada de si realmente son buenos uno para el otro-me extiende un sobre-Esta carta la escribió mi marido hace años, es para ti-se pone de pie-Si después de leerla, estás dispuesto a estar para ella en todo momento, tendrás mi apoyo.
-Gracias, Sandra.
Da la media vuelta y vuelve al interior de la casa. Miro el sobre el cual dice. ¨Para quien robo el corazón de mi María" lo abro y comienzo a leer.
"Así que fuiste tú el elegido, el que se casara con mi pequeño ángel.
Realmente no sé cómo comenzar con esta carta, tal vez no me caíste bien al principio o tal vez me adelante y no puede conocerte. No lo sabremos hasta este día, que estas a punto de casarte con ella.
Quiero contarte una pequeña historia, el día que vi por primera vez a María mis rodillas se pusieron un poco débiles era tan hermosa como su hermana Azul y su madre. Fui tan afortunado. Rodeado de mis tres chicas, vinieron a iluminar el mundo de este pobre hombre gruñón.
Tú y el marido de Azul serán tan afortunados de tenerlas en su vida, porque cuando mis niñas aman, aman profundamente. Son generas y siempre se preocupan por los demás.
Mi María es especial, era el hombre favorito de su vida. Le encantaba que le leyera las historias donde el príncipe rescataba a la princesa de los malos, siempre fue su sueño que ese príncipe con armadura llegara. Ese que pelearía con las nubes negras que rodeaban su vida.
Y soy fiel creyente que lo hizo contigo, que llegaste y tuviste el valor para pelear junto a ella. Sé que no dejaras que las voces ganen. Solo pido que luches y luches fuerte porque abra momentos que quiera rendirse, pero mi Ángel lo vale.
Ella te recompensara con el amor que da sin límites, sé que iluminara tu vida como lo hizo estoy años conmigo.
Ya sabía que iba a perderla en algún momento, pero no esperaba que fuera tan pronto. Espero que mis niñas estén siendo felices con ustedes.
Cuídame bien a mi María, amala en todo momento y has las cosas bien con ella. Nunca le falles, ella no merece sufrir. Ya la enamoraste y te la llevaras así que hazla feliz."
Cierro la carta y comienzo a llorar. Hare las cosas bien, rogare y hare feliz a mi esposa.
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