Su respiración era agitada, podia escuchar claramente el fuerte latir de su corazón, se encontraba asustada, quería gritar, pero sabía que si lo hacía.
Ellos la encontrarían.
Una pequeña pelirrosa se encontraba escondida en el armario de madera, por petición de su madre, quien le pidió que no hiciera ni un solo ruido.
La primavera había llegado, para mucho sería un día cualquiera, pero para ellos, solo significaba una cosa.
Sacrificios.
Cada año exactamente en primavera, algunos hombres llegan a pequeños pueblos a buscar un sacrificio, normalmente a mujeres o niña, para darleselos como ofrenda a los dragones legendarios.
Solo así la paz que tantos años se buscó, podía lograrse.
Lastimosamente eso solamente afectaba a pequeños pueblos de bajos recursos, que no podían pagar a tiempo sus deudas.
Convirtiéndose en la pesadilla de muchos.
Hoy había llegado ese día, y Sakura Haruno, estaba en aquella lista de sacrificios.
Por eso su madre intentaba ocultarla.
- ¡¿Donde esta la niña Tsunade!?.
- por favor Danzo no lo hagas, sabes que ella es lo único que me queda- suplico la mujer al momento que soltaba un sollozo.
- conoces las reglas mujer, ni pagaste a tiempo y tu hija debe pagar por eso- contesto el hombre quien le hizo señas a sus caballeros para que empezarán a buscar.
- ¡Por favor señor Danzo!, solo por esta vez déjalo pasar.
Suplicaba más la rubia, Sakura quien estaba escuchando todo, solo podía rezar en silencio para que no le encontrarán y que tampoco lastimaran a su madre.
Pero sus súplicas fueron en vano, cuando escucho como el hombre sacaba su espada.
- dime en donde esta, o si no yo mismo me encargaré de asesinarte- amenazó el hombre apuntando a la mujer con su arma filosa.
- hazlo, pero que te quede claro que nunca te daré a mi hija- respondió la mujer, dispuesta a dar su vida.
Solo para que su hija se liberara de las garras de las bestias, que eran esos seres conocido como dragones legendarios.
Que solo hacían todo esto, para procrear con las mujeres humanas.
Para que su especie no se extingan.
- que así sea- contesto Danzo dipuesto a matar a la mujer.
Sakura quien estaba viendo todo, no pudo soportarlo más, no quería ver como mataban a su madre enfrente de ella, sin que pudiera hacer algo para impedirlo.
- ¡No!- exclamó la pequeña saliendo de su escondite, para así abrazar a su madre, impidiéndole al hombre que matará a la mujer- ¡Iré con ustedes!, ¡Pero no lastimé a mi mami!.
- ¡Sakura!, no pequeña, no mi bebé- dijo Tsunade abrazando a su pequeña, de forma protectora.
Danzo sonrió al ver como la pequeña de seis años, de cabello rosas y orbes verdes, había salido de su escondite.
- bien, es hora de irnos- anunció Danzo a lo que sus hombres no tardaron en salir de la casa.
Solamente se quedaron dos de ellos, para vigilar que la madre ni la niña, hicieran algo sospechoso.
- lleven a la niña al carruaje.
- ¡No, no lo hagas Dando!- suplico Tsunade al momento que dos de los hombres de Danzo la sujetaban, para que no pudiera impedir que se llevarán a Sakura.
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El vínculo (SxS)
Fanfictiontan solo nuestras miradas se cruzaron supe en ese momento, que ambos habíamos creado un vínculo. uno tan fuerte y especia, que ninguno de los dos pudo pasar por alto, aunque eso significaba que nuestras vidas estarían condenadas a la muerte, porque...