BLACK SWAN (JENLISA)

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"Y si me preguntan qué es lo que me gusta de ti, entonces sonreiría, agacharía la cabeza, y no respondería nada... porque no quiero que también se enamoren de ti.

- Un Poeta Dice ∞"

CAPITULO 16
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Los sentimientos de la reina del hielo

JENNIE

Con un último susurro de placer, nos encontramos en el clímax de nuestro encuentro. El mundo a nuestro alrededor se desdibuja, como si una neblina suave nos envolviera, aislándonos del resto. Las olas de la intensidad nos envuelven, como un mar embravecido que arrastra todo a su paso. Cuando finalmente nos detenemos, ambas quedamos exhaustas, respirando entrecortadamente, sintiendo cómo el sudor se mezcla con la calidez de nuestra piel.

Reclino mi cabeza en la almohada suave y miro a Lisa a mi lado. Su cabello desordenado brilla bajo la tenue luz del atardecer que se filtra por la ventana. No puedo evitar sonreír mientras la contemplo; hay una chispa de vergüenza y sorpresa en sus ojos que la hace aún más atractiva.

— No puedo creer que hemos hecho esto — dice Lisa, riéndose suavemente, su risa es música para mis oídos.

— Yo tampoco — respondo, sintiendo cómo una risa nerviosa burbujea en mi pecho — Nunca imaginé que algo así pudiera suceder contigo. Es como un sueño del que no quiero despertar.

— ¿Te gustó? — pregunta con un tono travieso, sus ojos brillan con curiosidad.

— ¿Te parece? — le digo, levantando una ceja aceptando mi aprobación — Definitivamente fue increíble. Nunca había sentido algo así antes.

— Me alegra escuchar eso — dice ella, sonriendo mientras se acerca un poco más — Porque yo tampoco puedo dejar de pensar en lo que acaba de pasar.

Nos quedamos mirándonos por un momento, cada una disfrutando de la intimidad que acabamos de compartir; el aire está cargado de una electricidad palpable.

— Eres mía — declaro con un tono juguetón.

Lisa frunce el ceño con desafío y responde: —Eso no es justo. No puedes ser solo mía; también te quiero para mí.

La tensión entre nosotras se electriza al escuchar sus palabras; es como si el aire se volviera más denso, lleno de promesas no dichas y deseos ocultos. La risa se convierte en un juego de miradas cargadas de deseo nuevamente.

— Tienes razón — digo mientras me acerco a ella — Somos el uno para el otro en este momento.

Sin pensarlo dos veces, Lisa se acerca y me atrapa con sus labios otra vez, esta vez con más urgencia y anhelo.

— ¿Te parece que deberíamos hacer esto más seguido? — susurra entre besos apasionados.

— Definitivamente — respondo casi sin aliento mientras siento cómo nuestra conexión crece más intensa — No quiero que esto termine.

Sus manos comienzan a explorar mi cuerpo con una ferocidad nueva; recorren cada curva y cada rincón que la hace suspirar mientras siento cómo el deseo vuelve a crecer entre nosotras.

— Eres tan hermosa — me dice mientras sus dedos juegan suavemente en mi piel — Nunca había visto a nadie como tú.

Siento un escalofrío recorrerme al escuchar sus palabras; hay algo tan sincero en su mirada que me hace sonreír.

— Y tú eres increíblemente sexy — le respondo, acercándome para robarle otro beso — Me encanta cómo me miras... como si fuera lo único que importara en el mundo.