—Maldición.— al escuchar eso mi corazón casi explota, no, no.
Daryl y yo caminamos a donde estaban y..
Ahí estaba.
Él estaba arrodillado con las manos en alto mientras le apuntaban, al verme hizo una media sonrisa.
—Edric.— murmuré casi sin creérmelo.
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El ladeo la cabeza mientras bajaba las manos. —Hermanita.—
Casi me desmayo al escucharlo decir eso. Todos me miraron confundidos. —Sabía que nos íbamos a volver a encontrar, ¿me recuerdas verdad? Estás tan cambiada, ¿sigues siendo una llorona delatadora? digo después de que me metieran a la cárcel por-
—Cierra la puta boca.— interrumpí.
—¿Quieres que lo mate?— me mira Daryl.
Edric frunció el ceño. —¿Quieres eso, hermanita?— su tonta sonrisa me da escalofríos.
Negué rápido. —Vámonos ya.
—Bien, pero no hay tiempo, nos llevaremos a ambos.—
Le tapamos con vendas los ojos a ambos.
Regresamos a Hiltlop.
Y al entrar todos quedaron en shock al ver el cuerpo de Jesús.
Enid corrió a abrazar a Mattheo junto con Sophia.
—Hay que llevarlos al calabozo.— dice Daryl. —Que Edric vaya a Alexandria, quiero que esté en las celdas de Alexandria.— dije.
El no debe estar aquí.
Daryl me mira. —Bien, vamos a amarrarlo a uno de los cuartos, y luego dejaremos a la chica.—
Mientras subíamos Edric hacía preguntas estúpidas. —¿Cómo te va en la vida, hermanita? Escuché que tienes hijos, ¿sabes quién es el padre? Mejor aún ¿el padre sabe que no eras 100% virgen?
—Ya cállate Edric.— dije.
Daryl se me quedo viendo confundido por unos segundos, llegamos al cuarto, lo sentamos y Daryl comenzó a amarrarlo.
—No pero hablo en serio, ¿tus hijos tienen padre? O simplemente te acostaste con el primer idiota que enc
—Yo soy el padre, ya cállate.— lo interrumpe Daryl mientras lo amarraba. —¡Au!— se queja. —Me apretaste.
