LOVE AND BLOOD T9 | TWD

Capítulo 9 | Pre-Fiesta

Después de unos minutos, gracias a la ayuda de Mattheo, el dolor se calmó, pero prácticamente me obligaron a dormir, así que eso hice.

Me levanté debido al escuchar como se abría la puerta del cuarto, era Glenn.

Él sonrió y se sentó al lado mío.
—¿Ya estás mejor?— preguntó.
Lo miré y asentí.
—Te traje comida.—
Sonreí y miré el plato, era un sándwich.
—Gracias.— sonreí sentándome lentamente.
—¿si vas a querer hacer eso de la reunión?— me mira.
Le di un mordisco a la comida y lo miré.
—Sip, de hecho parece que ya va a oscurecer, voy a preparar todo una vez que termine la comida.— dije.

—No.— respira hondo. —No.
—¿No?— pregunté.
—No, tienes que reposar.
—No tengo nada grave, estoy bien.— dije.
—Katie.— insiste.
—Glenn, dije que estoy bien.— lo mire seria mientras me sentaba.

Glenn suspiró pero asintió.
—Bien.

Me levanté de la cama, bajé a la cocina mientras me percataba que ya estaba anocheciendo, me recargué unos segundos en la barra y suspire, la casa estaba vacía, probablemente los niños estaban afuera.
No sabía que había pasado en la mañana, pero definitivamente algo no está bien conmigo.
Primero me tenía que preocupar por el espacio de los niños, su pijamada será en el cuarto de Finnick, ya aún que no lo parezca, de mis tres hijos, el es el más ordenado.

Saqué los snacks y los vacié en cada plato, luego le grité a Glenn para que los subiera y acomodara.

En lo que en hacia eso empecé a acomodar aquí abajo.

Preparé un poco de pasta por qué era lo único que sé hacer a la perfección, por la bebida no tenía que preocuparme ya que la iban a traer más tarde.

Glenn bajo, me miró y se recargó en la barra.

—¿y los niños?

—en casa de Mike, Carline está con Judith.— me mira—.¿quieres que te ayude?

Asentí y le hice un espacio. —necesito sal.

El me la pasó y carraspeó.
—No vas a tomar ¿cierto?

Lo miré y negué con la cabeza. —No, ya aguanté muchos años sin tomar, hoy tampoco lo voy a hacer.

—Bien, está bien.

Pero lo pensé un poco. —Pero no recuerdo por qué dejé de hacerlo.

Glenn lados la cabeza y me miró serio. —Katie.

Forcé una sonrisa. —Es en serio, hacia el ridículo, lo entiendo. Pero ya soy una adulta, creo que ya soy capaz de controlarme.

—Katie dejaste de tomar por años, tienes menos tolerancia que la que tenías a los 16.— toca mi hombro.

Suspire y seguí preparando la comida. —Supongo que tomaré lo mismo que los niños, jugo de manzana.

Glenn soltó una carcajada y me rodeó con su brazo. —Si quieres yo tampoco tomo, por ti.

Lo miré y negué con la cabeza. —No digas que por mi, tú ya casi ni tomas por la resaca que te da.

—es que si, es un infierno, solo lo aguantaba en la secundaria, pero ya soy un señor, no estoy para esas cosas.— dice.

Sonreí y le di una pequeña bofetada. -Que envidia, yo no terminé la secundaria.

Glenn me miró y luego me besó.

Pasaron unos largos minutos, terminé de hacer la comida y luego ordené un poco la sala.

—iré por los niños.— dice Glenn, a lo que asentí.

Glenn salió de la casa, me arreglé un poco el pelo y el maquillaje, al terminar tocaron la puerta, bajé y la abrí.

—Mike, que puntual.— sonreí, pero mi sonrisa no duró mucho—. Daryl.— dije con un suspiro.

Mike tenía una sonrisa de oreja a oreja mientras que Daryl se veía incómodo y estaba serio.

—Es bueno verte también.— dice Daryl mientras entra.

Mike entró detrás de él pero no sin antes de dejarlo entrar lo miré con ojos de querer matarlo, él sonrió contento y luego me besó en la mejilla.

—¿y la bebida?— pregunta Mike.
—¿y la gente?— pregunta Daryl echándose en el sillón.

—Pues llegaron demasiado temprano.

—Mattheo ya viene en camino junto con Enid y Alden.— dice Mike mientras agarraba con su mano la pasta.

Fui hacia él y le di un golpe en su mano para que lo dejara.

—Eres un asqueroso, mínimo sírvete en un plato.— me quejé.

El me giró los ojos y luego la puerta se abrió.

Entraron:
Mattheo
Enid
Alden
Finnick
Archie
Sophia
Johan
Y finalmente Glenn.

Todos entraron con una sonrisa en el rostro, pero al ver a Daryl sentado en el sillón, algunos se pusieron incómodos, y más Glenn.
Todos los adultos ya sabían sobre eso.
Bueno, menos Alden.

—Carline dice que ahorita viene.— dice Glenn mirándome serio.

—Alden trajo botellas como para un mes.— dice Mattheo con una sonrisa.

—eso es genial.— Mike camina hacia ellos.

—Yo quiero.— dice Finnick.
Mike sacó una botella de vodka, me quedé viéndolo confundida, luego la abrió y miró a mi hijo.

—abre la boca.— dice Mike mirándolo, Finn ya lo iba a hacer pero yo lo empuje lo suficientemente lejos para evitar que cualquier gota cayera en su boca.

Mike me vio y bajo la botella. —Ya te pareces a Enid, igual de aguafiestas.— dice.

Enid frunció el ceño y luego giro los ojos, yo suspire y lo miré.
—Estabas a nada de darle alcohol a un niño de 8.— dije.

El chasqueó la lengua —¿8? Se ve de 13, pensé que tenía 12.—

—Mike, por dios.— gire los ojos y luego salude a Alden.

Judith y Carline entraron con una sonrisa y luego corrieron arriba sin decir nada.

—Niños, suban.— dice Glenn, todos subieron dejándonos solos a los adultos.