Nadie sabía nada de la madre del Zar, ni siquiera su nombre, es cómo si cuando nació el Zar ella lo abandonó y huyó lejos de allí.
Expliquemos la razón de su desaparición y el porqué no hay ningún dato sobre ella
No sigue la historia del manhwa en sí
Le temblaba el cuerpo, no esperaba ver algo tan grotesco, ¿Su padre había cumplido su palabra? Sí, pero aquella mujer no era su madre, no era la que tres años antes se hacía llamar su madre.
- E...Esa no es mi madre -
Le tembló la voz dando pasos hacia atrás
- ¿Qué te hace pensar qué tienes razón? -
Sasha observó sus pasos de regreso
- Imposible que mi madre esa mujer -
Apuntó a la mujer que se veía moribunda y llena de sangre, tanto que no se podía distinguir su cabello, aquella mujer amordazada y atada, pero tenía la clara certeza de que esa mujer no era su madre
- Solo la viste una sola vez, no es posible que te acuerdas de ella a la perfección -
Se quejó harto, ¿Tenía que haberle salido a su madre en la persistencia?
- E..Estoy seguro que esa no es ella -
Afirmó aún con la voz temblorosa
- Nos vamos. -
Se volteó para irse, Aleksandr se asustó al darse cuenta de lo que su padre tramaba
- Aún no vi a mi madre -
Habló con firmeza sin querer moverse del sitio, eso claramente era una zona de tortura y a él no le cabía que su padre hubiese torturado a su madre
- Ya la viste y no te lo crees, nos vamos. -
Dijo y dos guardaespaldas agarraron a Aleksandr por lo hombros para llevárselo, quién se quejaba y quería forjear, pero no lo lograba
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Se sentó en la esquina, no era como le importará, segundo secuestro, por la misma persona, pero al menos se sentía mejor que en su hogar, su padre lo había mentido, se dió cuenta debido a que al llegar lo oyó exigir quemar todo sobre una mujer llamada: "Vasilisa" y si su memoria no lo fallaba, la mujer que el suponía era su madre se llamaba así.
Tan pronto vió al hombre entrar se levantó y lo miró con desconfianza y cara de poca amistad
- Es el segundo secuestro, ¿No te fías de mí todavía? -
Sonrió cerrando la puerta detrás de sí
- La primera vez fue la mujer, que seas tú ésta vez no me indica nada -
Frunció el ceño apoyado a la pared
- Tienes razón -
Se sentó al borde de la cama, más calmado
- ¿No me vas a hacer nada? -
Cuestionó confuso, en los secuestros se suele torturar, aunque la primera vez que lo secuestraron, la mujer lo había consentido demasiado
