Ese mismo día, el cielo brillaba como si hubiera sido penetrado por cientos de agujas galácticas, las estrellas lanzaban destellos continuos, como si hablarán.
Y debajo de un árbol cercano al campamento provisional se encontraba él, trenzando su cabellera. Detrás del árbol, reposaba Rhaast y Zoe, quienes por un mediano espacio entre los árboles cercanos observaban el cielo, la noche era maravillosa.
El ojo del arma darkin se paseaba por el paisaje, parecía que admiraba las vistas.
Zoe por otra parte tarareaba una canción, que para sorpresa de Kayn era tranquila y con ritmo lento, no le disgustaba pero tampoco le agradaba.
Ella también admiraba el cielo, sentada cerca del arma que, unas horas antes, de no ser por la actitud espontanea de Zoe, sería llamada también: arma asesina de aspectos.
-Kaayyn...-
-Ahora no, Zoe.
-Kayn ¿Quieres saber cual es mi estrella favorita?
"¿Acaso no entiende un no?"
"Parece ser el caso."
-Dime.- espeta Kayn, no muy interesado, se encontraba cruzando tres mechones largos, iba por la mitad de su trenza.
-¡La estrella de neutrones que titila debajo del escarabajo espacial de oro! Aunque desde aquí es imposible apreciarla. ¡¿Sabes quién la creo?!
-Hmm, no.
-¡Mi dragón espacial!-
-Aja.-
-¡Te sorprendería saber que el es super grande! ¡Como un dragón real, real!
-Me lo imagino.- suelta Kayn perdido en las intersecciones de cabellos que realizaba.
Desvía su mirada de Kayn para pasar a Rhaast. Lo contempla, curiosa y le entrega una sonrisa juguetona.
-¡Boop!- exclama Zoe, toca con su dedo índice el ojo del arma y la retira rapidamente.-
El ojo del darkin se hunde, se cierra y permanece asi.
-¡Aburridooo!
