De lo que alguna vez fue una Jonia con rayos de luces y destellos alegres, ahora ningún rastro de aquella nación se podía apreciar.
La persecución resultaba graciosa, Kayn se paseaba pintoresco, retratando el personaje de una liebre juguetona, con una herramienta para jardinería, en contraste con Zoe que parecía que mientras mas avanzaba, su sufrimiento se prolongaba, le pisaba los talones al muchacho, intentando seguir su ritmo.
Tan pronto como avistaron las primeras casuchas lejanas, sobre montañas exuberantes de vegetación, se confirmaron que habían llegado al territorio. Algunas fortalezas noxianas hechas de improvisto resaltaban a las afueras de la comunidad. Y una gran parte de estos invasores se habían asentado a las afueras de pequeñas aldeas, se acostumbraron a ganar dinero a costa de extorsiones y robos.
Una miseria, según Kayn.
Cerca a los límites de un puerto al lado de uno de los muchos ríos, se encontraban unas personas sosteniendo carretillas de transporte, había tres y quienes manejaban eran ancianos. Kayn se acerco a uno de ellos, quien poseía un guanmao, un gorro tradicional de la comunidad, un ligero morral de tela descolorida y chanclas de madera, para evitar el barro, todo un local de la zona.
El hombre contaba con bigote blanco, ostentaba cicatrices cerca a los ojos y merodeaba cerca a un cuartel humilde que aún parecía ser habitado, Kayn supuso que era suyo.
Él silbó y el anciano volteó casi de inmediato dirigiéndose hacia los aventureros.
-Oh, viajeros...¿Al centro de la aldea?
-Asi es.
El viejo se apresuro en alistar la carretilla y estimuló sus músculos con constantes palmadas sobre sus hombros, brazos y pecho.
Zoe contemplaba desde la distancia como el muchacho subió al vehículo y...se desvanecía entre la maleza.
-Bueno, puedo seguirlos.
Pero dudo, ¿realmente quería seguirlos? Esto ya no parecía divertido. Quizá debería volver donde su amiga Lulu. Descubrir cosas mas interesantes.
Pero el sentimiento extraño regreso. Ella necesitaba descubrir un mensaje, y comunicarlo.
Solo así se libraría.
-Estoy cansada...-suspiro.-Supongo que...¡Oh, ya sé!
De los rincones menos explorados de su personalidad emergió voluntad y continuó. Los siguió un buen rato, esquivando algunas aves migradoras, bichos, murciélagos jonios.
En el cielo solo se escuchaban sus jadeos.
Aunque no corriera, levitar no es sencillo, requiere concentración. Y, para ella, concentrarse es difícil, además de aburrido.
Las plantas de su pies, cálidos y naranjas, aterrizan con ternura sobre territorio noxiano.
Pocos jonianos circulando, los noxianos dominaban toda la aldea, desde los mercados hasta las zonas de diversión.
Kayn pago al anciano mas de lo acordado, y se retiro caminando, tranquilo, sigiloso.
Solo su melena lo delataba, larga y tormentosa
-¡Uf!...¡Al fin!...¡Aquí!..¡Estoy!- Zoe respiraba profundo después de cada palabra.-
-¡¿Zoe?! Tú, me seguiste.
-Nu-uh. Yo vine aquí para dormir. Porque planeo seguir tu aventura. Entonces...¡Sí, te seguí! ¡Uf!- Zoe se apoya sobre sus rodillas, extendiendo sus brazos. -
-¡Pero-! ¡Zoe, tú-!- Kayn mira a los lados, inquieto, agarra a Zoe de su bufanda y la arrastra hasta un lugar lejos de la plaza.
Él se agacha para quedar cara a cara.
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kayn x zoe
Hayran KurguParodia y fan-fic que deberías de denunciar. Portada hecha por mi.