Amor Inusual

Cap 5

Al llegar al lugar, se dio cuenta de que, a pesar de que había planeado todo meticulosamente, su mente seguía revuelta. ¿De qué deberían hablar? No había un guion para esto, y el pensamiento la llenó de inseguridades.

Sin embargo, cuando vio a Ijichi entrar, vestido con su habitual chaqueta y con una sonrisa leve en su rostro, sintió que sus nervios se calmaban un poco.

Ijichi: Hola, Shoko (dijo, acercándose a la mesa donde ella lo esperaba) No sabía que eras fan de esta cafetería.

Shoko: Solo vengo de vez en cuando (respondió Shoko, intentando sonar más relajada de lo que realmente se sentía) El café aquí es decente, y a veces necesito un cambio de escenario.

Se sentaron y comenzaron a hablar sobre cosas triviales: el clima, las últimas novedades del trabajo y las peculiaridades de sus compañeros. Sin embargo, Shoko notaba que cada vez que Ijichi sonreía o se reía, su corazón se aceleraba un poco más. Había algo en su risa que la hacía sentir cómoda, a pesar de la tensión que había en el aire.

Poco a poco, la conversación se hizo más profunda. Hablaron sobre sus pasiones, sus intereses fuera del trabajo y los desafíos que enfrentaban en su día a día. Ijichi mencionó su afición por la fotografía, y Shoko se sorprendió al darse cuenta de cuánto admiraba su creatividad. Nunca había pensado en él como un artista, pero escuchar su entusiasmo le hizo ver una faceta de él que no había notado antes.

Ijichi: Me encanta capturar momentos (dijo Ijichi, mientras jugaba con su taza de café) Es una manera de congelar el tiempo, de preservar lo que es importante para mí. A veces, una imagen puede transmitir lo que las palabras no pueden.”

Shoko: Es hermoso (Comentó, sintiéndose intrigada) ¿Te gustaría mostrarme algunas de tus fotos algún día?.

Ijichi se sonrojó levemente y asintió.

Ijichi: Sí, claro! Me encantaría, tal vez este fin de semana.

Shoko: Perfecto (respondió ella, sintiendo cómo una chispa de emoción comenzaba a encenderse en su interior).

Con cada palabra intercambiada, Shoko se sentía más conectada a él. Sin embargo, había un trasfondo de nerviosismo que no podía ignorar. Sabía que en algún momento de esa conversación tendría que enfrentar sus sentimientos y, quizás, revelarle a Ijichi lo que había estado guardando.

Shoko:¿Te puedo preguntar algo? (finalmente se armó de valor, sintiendo que era el momento adecuado).

Ijichi: Por supuesto (Respondió, mirándola con curiosidad).

Shoko:..¿Qué..... piensas sobre las relaciones? (preguntó, sintiendo cómo la ansiedad le subía por la garganta) Es decir, en el ámbito personal. ¿Crees que las cosas pueden cambiar entre colegas?.

Ijichi la observó por un momento, como si estuviera sopesando sus palabras.

Ijichi: Creo que depende de la situación y de las personas involucradas. A veces, una conexión especial puede surgir entre compañeros. Pero también puede ser complicado, especialmente si hay sentimientos de por medio.

Shoko: ¿Y........vos?....¿Alguna vez has estado en una situación así? (La pregunta salió de sus labios antes de que pudiera detenerse).

Ijichi se rascó la nuca, claramente pensativo.

Ijichi: He tenido mis momentos, a veces es difícil, porque sientes que hay mucho en juego. Pero creo que si hay una conexión real, vale la pena explorarlo, aunque sea arriesgado.”

Las palabras de Ijichi resonaron en el interior de Shoko. Cada vez que él hablaba, parecía entenderla un poco más, y su deseo de abrirse ante él se intensificaba. Sin embargo, el miedo a lo desconocido también la mantenía anclada.