En el año 3138, el planeta ha sido arrasado por un conflicto devastador. Lo que alguna vez fue un mundo vibrante se ha convertido en un desierto desolado, donde las máquinas, lideradas por Progenta, (una inteligencia artificial que fue humano) domin...
______________________ Localización: Refugio adentro de Inazuma no Mori (稲妻の森) - "Bosque del Relámpago"
Punto de vista: Ryōko
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Nombre de la ciudad actual: Kageronai (影呑ない) -
Año: 3138 Día: 1/10/38 Hora: 9:32 am ______________________
"La guerra vuelve estúpidos a los vencedores y rencorosos a los vencidos." - Friedrich Nietzsche
El refugio tembló violentamente bajo el sonido ensordecedor de la explosión, invadiendo el silencio del bosque como un trueno. Los fragmentos del techo comenzaron a caer, y la luz roja brillante se filtraba por las grietas de la pared, como si el cielo mismo estuviera ardiendo.
Aún sorprendida por el impacto, di un paso hacia atrás, mi cuerpo tensándose en una postura defensiva. Sabía exactamente lo que significaba esa luz. Los robots de Progenta estaban aquí. Esta vez no venían por mí, venían por él, por Haruki...
Me incliné rápidamente hacia Haruki, quien estaba aún paralizado por el miedo, sus ojos abiertos de par en par mientras intentaba procesar lo que estaba ocurriendo. Lo agarré por los hombros con firmeza y lo sacudí violentamente, atrayendo su atención de inmediato.
"¡Haruki! ¡Debemos movernos ahora!"
Él apenas asintió con las lágrimas en los ojos, sus movimientos torpes y vacilantes mientras se movía con dificultad. Podía sentir su miedo, su vulnerabilidad, pero no había tiempo para consolarlo. Los pasos metálicos resonaban en la distancia, acercándose rápidamente. La fría precisión de las máquinas de Progenta no nos darían un respiro.
Otro temblor sacudió el refugio, haciendo que una parte del techo se desplomara con un crujido ensordecedor, bloqueando la entrada principal. Maldijo en voz baja mientras escaneaba el entorno. No había manera de salir por la puerta, y las paredes comenzaban a agrietarse bajo la presión.
(Haruki): ¿Cómo... cómo escapamos de esto?
Preguntó Haruki, su voz temblorosa y desequilibrada mientras intentaba mantenerse de pie.
Miré a mi alrededor hasta que mis ojos se posaron en una pequeña ventana en la parte trasera del refugio. Era grande, y lo suficientemente amplia como para que Haruki pasara.
"¡M-Muévete de una maldita vez!"
Le dije mientras me movía, sin perder más tiempo, corrí hacia la ventana y choqué mi cuerpo contra ella, saltando el cristal caí fuera de la casa con alguna que otra herida en el rostro.
