En el año 3138, el planeta ha sido arrasado por un conflicto devastador. Lo que alguna vez fue un mundo vibrante se ha convertido en un desierto desolado, donde las máquinas, lideradas por Progenta, (una inteligencia artificial que fue humano) domin...
"En el amor siempre hay algo de locura, pero en la locura siempre hay algo de razón."
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Lo primero que sentí fue esa sensación de oscuridad que divagaba en mi mente, luego de eso desperté, con la sensación de estar saliendo de una pesadilla, como si algo oscuro y pesado me hubiera dejado al fin. Mi cuerpo estaba débil, pero lo primero que noté fue la suavidad de unas sábanas debajo de mí, ¿Dónde estaba? Parpadeé lentamente, sintiendo la mente aún entumecida, intentando recordar. La pelea... esa máquina gigante... el beso... y luego... un vacío. Lo último que recuerdo es sentirme atrapada, como si mi cuerpo ya no me perteneciera, como si algo ajeno me controlara. ¿Había sido real?
Al abrir bien los ojos, me encontré en una habitación que no reconocía. No era mi habitación. Ni siquiera algo remotamente familiar. Era grande, elegante y decorada con un gusto impecable, pero todo me resultaba extraño, irreal. Me incorporé con esfuerzo, sintiendo mi piel no róbotica rozar las sábanas increíblemente suaves. Una enorme cama me rodeaba, y frente a mí había un espejo que reflejaba la luz cálida de una lámpara que descansaba sobre una mesita de noche. Las paredes estaban adornadas con detalles intrincados, casi demasiado perfectos, como si me encontrara en un sueño.
Mis pensamientos empezaron a ordenarse lentamente, el dolor de la batalla todavía presente en mis músculos. ¿Había sido todo real? Esa maldita máquina... y la sensación de perder el control de mi propio cuerpo... ¿Cómo había terminado aquí?
