𝗳𝗼𝘂𝗿

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ya era otro dia. Hoy no había clases, y yo tenía que ir a la casa de Lando. Primero, me pegó un tiro.

ya me estaba vistiendo, obviamente me puse algo cómodo, un pantalón deportivo de Nike y una remera negra con una estampa atrás. Zapas blancas con azules, me acomodé un poco el pelo porque me levanté todo despeinado, y parti rumbo para allá con la ubicación que me había mandado mi mamá. Ella había estado hablando con la mamá de Norris, para pedirle la ubicación y que yo vaya a su casa, a hacer la maqueta, ya con los materiales que por cierto, los compro mi mamá ayer. No compró todo yo, ya que la madre de Norris le aviso que el tenía un par de cosas. Como la base para hacer la maqueta, temperas y no se que más. Yo ni sabía lo que llevaba. Mi mamá no me había dicho.

ya me tenía que ir. Agarré plata, para comprarme un paquete de chicles y ir comiendo mientras iba a su casa. Que, por cierto, no quedaba demasiado lejos. Eran un par de cuadras solamente.

— Ma, ya me voy. — Dije, y salí de mi casa con las cosas en la mano. No le dejé ni tiempo a mi mamá para que me saludé.

en el camino, paré en un kiosco que tenía un par de cosas, y compré lo dicho, los chicles, que no salieron tan baratos pero eran mis favoritos. Sabor menta, que rico. No pensaba llevarle un paquete a Norris, si el queria que se compré.

Me hizo acordar a un chiste, y me reía solo, claro, la gente me miraba raro, porque no iba con el teléfono en la mano chateando o hablando con alguien que me esté acompañando. Que esquizofrenia.

al rato, llegué a la casa de Lando, así que toqué el timbre y espere a que me abrieran. Me recibió la madre, con un beso en la mejilla. Muy amable la señora.

— ¡Hola! Tu debes ser Franco, ¿cierto?

— El mismo. — sonreí y ella se movió para que yo entrara en su casa. Obviamente, pedí permiso. No era maleducado.

— Lando está en su habitación, arriba a la derecha. — Sonrió la señora y me guío por los pasillos hasta llegar a las escaleras. Que hdp, tenía alta casa siendo sincero.

— Okey, gracias.. — No sabía su nombre, pero no iba a preguntar porque me daba vergüenza. Me dirigí hacia la habitación de Lando por el camino que ella me dijo. Cuando subí las escaleras, ví una puerta blanca con algunos dibujos y stickers pegados en ella. Se notaba que era la habitación de Lando. No dudé en tocar la puerta y esperar a que esté me abriera.

— ...Hola, Franco. — saludó dudoso Norris, pero no sé porqué, pero bueno.

— Hola rarito. — reí. El se movió de la puerta y pasé, dejando mis cosas en el piso, ya que seguramente trabajamos ahí porque en el escritorio que tenía el al lado de su cama, no entraba todo.

— Ya empezas. No me estés cargoseando toda la tarde, además, hay que trabajar señor que pinta colas. — río Lando por el apodo, pero a mi no me pareció chistoso. Le saqué el dedo del medio, y al segundo nos pusimos a trabajar.

— ¿Que trajiste? — Preguntó, mientras revisaba la bolsa que había traído.

— No sé.

— Ah bueno, ni el sabía lo que traía viste. — Comenzó a sacar todos los materiales que había en la bolsa: témperas, pinceles nuevos, marcadores permanentes, color negro, rojo y azul oscuro, y un afiche de color amarillo. — Bien. Trajiste lo justo y lo necesario. Yo acá tengo otro afiche, la base de la maqueta y un par de plastilinas de distintos colores. Ah, también pinceles y acuarelas.

— Casi te pregunto.

— Franco.

— Lando.

— Basta. — suspiró Lando. Seguro me iba de la casa con una patada en el ojete por no hacer caso y hacer todo menos trabajar.

mi rarito - 𝗇𝗈𝗋𝗋𝗂𝗌 𝗑 𝖼𝗈𝗅𝖺𝗉𝗂𝗇𝗍𝗈Donde viven las historias. Descúbrelo ahora