mi rarito - 𝗇𝗈𝗋𝗋𝗂𝗌 𝗑 𝖼𝗈𝗅𝖺𝗉𝗂𝗇𝗍𝗈

𝘁𝘄𝗼

volví a mi casa re cansado. No quería saber nada, solamente quería dormir y descansar, un rato. Este día fue cansador, y más con ese Franco (que para mi sorpresa si era quien pensaba) que me molestaba.

— ¡Hola hijo! ¿Que tal tu día? — pregunto mi mamá, y me recibió con un beso en mi mejilla y un abrazo. Tomo mi mochila y la dejo sobre una de las sillas que había alrededor de la mesa de la sala de estar.

— Hola ma... Bien, estuvo tranquilo, dimos de todo un poco... Bastante, bien — no le iba a decir eso de Franco, total, no era mucho lo que me hacía, por ahora.

— Me alegro hijo. Yo voy a salir con un par de amigas, si queres comer u/o cocinar algo, ahi tenes varias cosas para hacer. Siempre y cuando con cuidado hijo — ella agarro su cartera, otras cosas, me saludó, y se fue por la misma puerta que yo entre.

— Eh, bueno ma... — ni me dejó responderle. Pero bueno, lo que importaba es que... ¡Estaba solo! Yo amo estar solo, puedo hacer lo que yo quiera... Bueno, no todo lo que yo quiera.

iba a ir a acostarme, pero antes decidí pegarme un duchazo, porque estaba todo sudado. Agarre mi teléfono y una toalla, y me dirigí hacia el baño. Me gustaba ducharme escuchando música, así no me aburría tanto, y daba un par d conciertos. Me desvestí y abrí la ducha, mientras esperaba un poco elegí mi playlist y puse la música.

ya en la ducha, estuve boludeando un rato mientras cantaba con un envase de shampoo en la mano. Me divertía, al menos, aunque parecía esquizofrénico. Pero no me importaba. Me reía solo.

una vez que salí fui directo a mi habitación para secarme y cambiarme, ponerme algo cómodo, como mi pijama de verano, era de Spiderman, porque yo amo a spiderman. Me acosté en mi cama, y me quedé dormido con auriculares puestos escuchando Olivia Rodrigo.

seguramente mi madre no vuelva hasta la madrugada, así que podía hacer lo que yo quisiera.

ya era otro día, y mi madre no estaba aun en casa. Bueno, seguro se quedó a dormir con las amigas, o no se. Tenia que ir al colegio.

ni bien m levanté, me cambié rápidamente y fui a desayunar algo rápido, aunque no tenía mucho hambre como para comer algo. Después de eso, me fui a cepillar los dientes y a acomodarme mis rulos.

— Fua yo — reí después de haber dicho semejante pelotudez solo por mirarme al espejo.

agarre mi mochila y la merienda, y salí de mi casa directo al colegio. Obviamente no me podía faltar mis auriculares y mi teléfono para escuchar música en el camino.

espero que sea un día tranquilo hoy, sin que me moleste el idiota de Franco.

recién entraba al colegio y ya no estaba en paz por culpa de este y de su grupo de bobitos que no saben que hacer con sus vidas. Pero bueno, iba a tratar de no tomarle importancia a ninguno, mucho menos a Franco. Y iba a tratar de llevarme bien con los demás que no me molestaban como estos.

al rato, llegué al colegio, guarde los auriculares y me dirigí hacia mi salón. Ahora teníamos música, que paja, había que ir a otro salón. Me estaban esperando a mi porque llegué medio tarde a la clase, por eso estaban en el salon nuestro y no en el de música.

— Hola, tu debes ser Norris, ¿verdad? — dijo aquel profesor de pelo gris, algo canoso y más alto que yo.

— El no es Norris, es bobis — soltó un chiste franco y todos se rieron. Yo lo mire fijo y rodeé los ojos, sin darle importancia a aquello, volví a mirar al profesor y respondí:

— Eh, hola, si soy yo... Y, tu debes ser el profe de música, ¿o me equivoco? — dije mirándolo fijamente.

— Si, un gusto, Norris, mi nombre es Walter — dijo y extendió su mano como saludo y yo correspondí. — Bien, agarren su mochila y vamos al salón de música, los espero allí — dijo y salió por la puerta.