mi rarito - 𝗇𝗈𝗋𝗋𝗂𝗌 𝗑 𝖼𝗈𝗅𝖺𝗉𝗂𝗇𝗍𝗈

𝗳𝗶𝘃𝗲

hola, perdón x no actualizar, je, m anduve sintiendo mal, pero bueno, acá estoy de nuevo 🥰
gracias x el apoyo, aunq es poco estoy agradecido igual, y voy a seguir con esto 🫶🏼

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ya era hora de irnos a nuestras casas. Al salir del salón, saludé a Franco con un gesto y una sonrisa. Pero el solo me miró y me ignoro por completo, ¿que sucedía?

se que no somos amigos, pero yo trataba de llevarme bien con el, aunque hay veces que parece que los amigos lo manipulan a el. Y no está bueno.

pero bueno. Yo prefiero no decir nada y seguir con mi vida, como si no pasara nada. No quiero problemas, ya hacía 3 meses que iba al colegio, y nunca arme escándalos o problemas. Obvio que trato de no hacerlo, pero si me buscan me encuentran.

salí del colegio escuchando música, como siempre. Lo único que me divertía en camino a mi house, o como así le decía yo.

escuchaba de todo un poco, como siempre. Algunas canciones de dolidos que me gustaban, canciones románticas, etc. No era que estaba enamorado o, eso creo. En fin.

al rato llegué a mi casa, y otra vez mi mamá me abandono.

— Siempre me deja esta, me cambia por sus amigas, esas zorras. — reí al decir eso.

directamente me fui hacia mi habitación, deje mis cosas en el escritorio y me quede jugando un rato a la play. De todo un poco jugaba: fifa 24, f1 24, fortnite, entre otras cosas que me gustaban.

todavía era un pendejo, como dice Franco. Ya se me pegaron las palabras que el decía. Algunas no sabía su significado, pero otras sí.

estuve jugando un largo rato, re vicio, hasta que me aburrí. Decidí salir a comprar una chocolatada, me había agarrado el hambre, parecía de África.

era medio tarde, así que fui rápido a un kiosco cercano, y compre lo recién dicho, junto a un paquete de galletas, que al final no me gustaron. No sé para que las compre. A veces pienso que me falla, y mucho.

como diría Franco, que soy rarito.

al rato, sentí que tocaban la puerta. Era mi mamá. Que raro.

— ¿Dónde estabas vos? — pregunté sin dejarla ni saludarme.

— No te incumbe, Lando. — dijo secamente. Se me hizo raro, le pregunté bien, o eso creo. No le dí tanta bola, así que me fui a mi habitación de nuevo.

[...]

los días pasaron, y pasaron. Era viernes, y había que volver al colegio. Los días anteriores fueron pésimos, cada vez recibía actitudes peores de Franco, y estaba seguro que era por culpa de sus amigos: según yo, lo dominaban y este se dejaba dominar todo porque eran sus amigos, y si no no tenía con quien quedarse. Eso no estaba bien. No sabía porque Franco se dejaba hacer eso.

— Ya me voy, ma —. Dije y ella me re ignoro. Pero que retrasada. No le tomé importancia y me fui al colegio con la mejor cara que podía poner.

en el camino como siempre, escuchando música. Pero mientras iba, se me apagaron los auriculares. Me quería matar, sin la música no vivo. Puteaba por dentro pero me di cuenta que era tonto: ya estaban descargados y no iban a prenderse solos.

— Uh, hola, ¿Lando? —. Dijo un chico de pelo castaño y ojos azules. No lo conocía, quizás... Era nuevo? No creo. — Soy Charles, ¿Sabes quien soy, no? Estoy en tu clase.

— Ahh, ya se quien eres. ¿Que necesitas?

— ¿Tenes la tarea de matemáticas? —. La tarea. No la había echo, me había re olvidado. Vergonzosamente negué ante su pregunta y el solo asintió y dijo un "gracias" bajito. La primera vez que no cumplia una tarea. Seguro el estrés de todo me hizo olvidarme de esta.