Capitulo 28

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POV MARÍA

Para ser una máquina, era muy sincera, tal vez demasiado sincera, tanto que me tiene ya frustrada, de cada vestido que me había probado me había sacado algo malo, pero siempre dejando claro que no era culpa del vestido, sino mía

-Querida, quitate eso ya, te queda horrible, parece que el vestido está sufriendo porque va a explotar en cualquier momento, quitatelo antes de que se rompa-ese fue el último comentario que me había dicho, porque luego me probé uno de los últimos vestidos que quedaban y pareció ser el correcto

-Este es, sin duda, no es ni muy largo ni muy corto, y con la espalda un poco al aire queda precioso, me gusta mucho.-opina Betty, el vestidor

-Menos mal, ya estaba empezando a desesperarme

-Es lo que tiene ser una máquina, siempre digo la verdad

-En realidad te lo agradezco, me habría puesto cualquiera de los anteriores si no me hubieras dicho esas cosas

En ese momento entra Cristina con una sonrisa y con el pijama puesto

-¿Que tal os ha ido?

-Muy bien, ¿a qué se debe esa sonrisa?-le pregunto

-Algo bueno pasará esta noche, seguro

Me quedo un poco confusa con esas palabras pero Cristina se mete entre los armarios de su vestidor y sale con un vestido muy bonito puesto: negro con los hombros destapados, suelto de cintura para arriba pero ajustado de cintura para abajo. Siempre me han gustado ese tipo de vestidos, sencillos pero muy bonitos

-Me encanta, de verdad, es precioso-le digo

-A mi no me convence mucho, tengo demasiados vestidos ya, ¿quieres que te regale este?

-¿Lo dices enserio? Por supuesto

-Pues todo tuyo, me lo quito y te lo doy

[...]

Pasamos media hora eligiendo el vestido para Cristina y cuando lo encontró empezamos a maquillarnos, yo tardé poco porque no me gustaba ir con exceso de maquillaje, sentía que no era yo. Sin embargo, Cristina se convertía en otra persona totalmente distinta con maquillaje, que no quiero decir que sea fea ni mucho menos, pero era muy diferente maquillada.

Sin darnos cuenta ya eran las 9 y todavía no sabíamos que hacernos en el pelo, porque si lo dejábamos suelto acabaría echo un desastre pero recogido no quedaba bien todo.

-Cristina ya son las nueve, deberíamos meternos prisa-le digo

-No te preocupes, no podemos entrar como todos, tenemos que esperar un poco, hacer una entrada llamativa

-A ver tampoco te pases, no es plan de entrar dando volteretas encima de un elefante con gorro indio-le digo, Cristina se ríe y niega.

-Me parece que has hecho pocas entradas llamativas en tu vida, tenemos que llamar la atención de los chicos y de las chicas, tenemos que darles envidia a las chicas y llevarnos a todos los chicos que queramos, hoy va a ser nuestra noche, lo tengo claro, tu estas espectacular con ese vestido y yo con este, solo nos faltan unos retoques y seremos el centro de atención.

Me extrañaba muchísimo como le podía importar tanto el llamar la atención de los demás, por eso se lo pregunté

-¿Por qué quieres llamar la atención de todos?-nada más preguntárselo puso cara de confusión y un poco de vergüenza

-La verdad, no lo sé-evitó mi mirada

-Bueno da igual, ¿que me hago en el pelo?

-Te quedaría muy bien una trenza de espiga, son muy cómodas y bonitas, nunca fallan

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