Mi gran motivo (Arigameplays x tú)

【3】

Era de noche y Abril ya estaba en stream, se escuchaba mucho eco porque aún le faltaba muchas cosas que acomodar.

Durante el stream ella habló de una separación con un tal Juan, no entendí muy bien esa parte, ¿será que por eso estaba llorando el día que llegó?

No le tomé importancia y seguí viendo su directo mientras cenaba, no quería aceptarlo pero me estaba cayendo bien.

Escuché que tocaron la puerta, fui a abrir y estaba Juli con un pedazo de pastel y una gran sonrisa, esa que me encantaba.

—Perdón por desaparecer ayer, ni siquiera yo sé cómo llegué a mi casa después de la fiesta.— habló mientras entraba y dejaba el pastel en la mesa.

—Estuve muy preocupada por ti, tampoco tenías el teléfono prendido.— me quejé.— No vuelvas a hacer eso.— pedí.

—Tranquila, mi amor.— comentó y vio mi laptop que estaba con el stream de Abril.— ¿Ella no es tu nueva vecina a la cual te le quedaste viendo como si te gustara?— recordó.

—Sí es ella, pero entré porque me salió de la nada y me dio curiosidad, además, recién lo estoy viendo.— mentí y salí de aquel directo.

Juli me conocía tan bien que sentí que no me creyó, pero yo trataba de actuar normal para que no pensara otra cosa.

—Por cierto, ¿cómo limpiaste todo a la perfección?— preguntó.— Mayormente sueles limpiar muy poco y esperas a que yo te ayude.— dijo.

—Bueno, en la tarde no tuve nada que hacer así que aproveché para limpiar todo el departamento.— volví a mentir.— No volveré a hacer otra fiesta aquí.— avisé y me miró algo sorprendida.

—¿Por qué le tienes que hacer caso a ese viejo? Te ha dicho lo mismo muchas veces y nunca lo ha hecho, así que no te preocupes por eso.— respondió.— Los demás se pueden molestar porque no habrá donde hacer las fiestas de siempre.

Lo que dijo me molestó, si mis "amigos" realmente me quisieran, no les importaría si dejara de hacer las fiestas del fin de semana.

—¿Quieres decir que mi departamento es una discoteca?— cuestioné con cierto enojo.

—Es obvio, ¿no?— contestó y la miré mal.— Wey, ¿tú crees que te van a seguir hablando al enterarse que no harás nada los fines de semana?

—Había olvidado lo difícil que era hablar contigo.— exclamé.— Creo que dejaremos esta conversación aquí y hablaremos luego de lo que pasó ayer.— hablé.

—Yo quería conversar de eso hoy.— se quejó.— Vamos linda, no te molestes, solo dije una realidad, pero si ellos se van no importa, yo nunca te voy a dejar.— prometió y dejó un beso en mis labios.

Sus cambios de humor era una de las cosas que menos me gustaba de Juli, primero parecía que estaba molesta conmigo y luego actuaba de lo más normal.

—¿Qué vamos a hacer?— me sacó de mis pensamientos.— Me gustas, pero no sé si sea buena idea comenzar una relación, ¿qué te parece si seguimos como estamos y vemos que pasa?— propuso y me dieron ganas de mandarla a la verga.

—Julieta, llevamos más de un año en lo mismo.— recordé.— No sé cuánto tiempo debemos de esperar para que te sientas "lista", pero yo ya me estoy cansando de esto, siempre es lo mismo.— reclamé.

—No puedes presionarme, yo...

—¿Tú qué?— interrumpí.— ¿Tú crees que voy a esperarte pacientemente toda la vida?

—Si me amas, sí lo harás.— dijo.

—Lo hago Julieta, te amo demasiado, pero necesito que te pongas en mi lugar y veas que esta situación cansa.— comenté.

Ella agarró su cartera y sin decir nada, se fue. No sé si yo me levanté de mal humor, pero por fin pude decirle lo que me incomodaba.