★彡[ᴛᴇɴɢᴏ ᴇʟ ᴄᴏɴᴛʀᴏʟ]彡★ - Miraculous

Ojos 👀

Nadie en particular está narrando

Marinette llegó a casa después de lidiar con Alix y subió directamente a su habitación. Sus padres estaban preocupados por ella; notaron su cambio en todo, pero cada vez que le preguntaban, Marinette se enojaba mucho.

Se sentó, girando en círculos en su silla de escritorio. Su habitación ya no era de color rosa, sino que estaba decorada en negro y púrpura... claro, las fotos de Adrien aún estaban ahí.

Marinette miró al vacío, replayando en su mente cómo fue akumatizada.

Justo había llegado a la escuela, siendo puntual por primera vez, y aún no la habían visto.

—¿Todavía le gusta? —preguntó Nino a Alya.

—Sí —dijo ella, sonando molesta.

—¿Por qué? A él le gusta Ladybug, no a Marinette. Tiene que superarlo, es patético.

—Sí, debería. No quiero verla ser rechazada por él —añadió Alya.

'Alya no piensa que él me quiera tampoco' pensó Marinette.

—Ohhh, ¿hablan de la enamorada de Marinette? Debería dejarlo ir, no lo veo sucediendo —dijo Kim.

Más personas se unieron a la conversación, pero Mari ya estaba por la calle, llorando a mares.

Pensó que Alya, de todas las personas, la apoyaría. Se deslizó contra una pared, en un lugar que no conocía, y lloró...

Más tarde, llegó a casa y escuchó a sus padres hablando...

—¿Todavía le gusta ese chico Agreste?

—Sí, creo que sí. Debería seguir adelante, nunca va a suceder.

Corrió a su habitación con lágrimas surcando sus mejillas rosas. Tikki intentó consolarla, pero no pudo. Mari se llenó de más rabia que de tristeza, lo que, por supuesto, causó un akuma...

El akuma voló directo a su corazón...

No pudo luchar contra ello; de hecho, quería esto... venganza.

—¿Marinette? —preguntó alguien.

Sacudió la cabeza y miró a Tikki.

—¿Sí? —preguntó.

—Es hora de la patrulla —gruñó Tikki.

Tikki actuaba como si estuviera akumatizada, pero no lo estaba. Dado que Mari estaba akumatizada y era su portadora, Tikki se estaba volviendo tan mala como Mari.

Marinette puso los ojos en blanco. 

—Que le den a la patrulla, me voy a dormir.

Al día siguiente, Marinette entró a la escuela y recibió una avalancha de miradas.

—¡¿Qué?! —gritó, haciendo que todos se sobresaltaran.

—T-tus ojos —tartamudeó Alya al sentarse junto a ella.

—S-s-son negros —tartamudeó Adrien, volviéndose con Nino.

—¡¿Qué?! —gritó Mari, saliendo corriendo del aula.

Mientras corría, se encontró con la señorita Bustier y de inmediato tuvo una idea. 

—¡Corra! ¡Hay un Akuma!

La señorita Bustier dejó todo y salió corriendo junto a Marinette, que sonreía de nuevo. Marinette la condujo al baño y cerró la puerta con llave.

—Deberíamos estar a salvo aquí —dijo, respirando con agitación.

—Gracias, Marinette. Confío en ti, así que sé que estamos a salvo —dijo la señorita Bustier.

Marinette estalló en carcajadas.

—¿Qué es tan gracioso? —preguntó Bustier.

—Tú... necesitas proteger a los estudiantes correctos, Zombizou —se rió Mari, sosteniendo una máscara de mariposa en la mano.

—Dios mío, Marinette, ¡detente! —gritó la señorita Bustier, dándose cuenta de que ella era la akuma y estaba atrapada en el baño. Gritó de dolor cuando la máscara se presionó contra su cara.

Marinette le explicó las reglas mientras sus ojos se volvían aún más oscuros. La señorita Bustier aceptó, y Marinette salió corriendo de nuevo hacia su clase.

Entró y se sentó en su asiento mientras toda la clase la seguía mirando.

—Tus ojos siguen negros —dijo Alya, alejándose un poco.

—¿Debería preocuparme por eso? —gruñó.

—¡Esto no es normal! ¿Estás bien? ¿Algo pasó...? —preguntó Alya, preocupada.

—¡¡ESTOY PERFECTAMENTE BIEN, ASÍ QUE CIERRA TU MALDITA BOCA DE BLOGGER!! —rugió, sorprendiendo a la clase.

—¡Mari, cálmate! —exclamó Adrien.

Él nunca la había visto así, y tampoco nadie más. Estaba asustado y preocupado por la chica.

—Cierra la boca, modelo —respondió Mari con desdén.

—¡No hasta que nos digas qué está pasando!

—Sí, ¿qué te ha pasado? —preguntó Nino.

Marinette solo se rió maliciosamente, y se podía ver a Adrien y Nino temblar visiblemente. Salió de la habitación justo antes de que la señorita Bustier entrara...