8.autumn

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El otoño llegó y los colores se desvanecieron en el ambiente, miraba por la ventana los pinos con tonos naranja y verde apagado, el bosque gritaba un aura de misterio que era hipnotizante, desde mi ventana podía mirar la espesa neblina tan densa que podías perderte en ella. Hacia que quisieras sumergirte en ella y desaparecer en el misterioso bosque.
En otoño gravity falls tenía diferentes rarezas y algunas aparecían cambiadas, simplemente el bosque gritaba por que entrara a el.

Bajo con cautela hasta la salida tomando una canasta, ya que Hiba a salir tomaría algunos hongos, también le serviría de excusa por haber salido.
Se colocó la capa que le había regalado Stanley, era larga y cubría su cuerpo por completo en un negro profundo que evitaba que resaltará, mi presencia desaparecía completamente al ponerme el gorro de la capa, tapaba hasta mi nariz en una misteriosa forma que con el ambiente era imposible que me reconociera alguien.

Por último tome una lámpara de vela y partí hacia aquel bosque tan misterioso, la vista era perfecta y hermosa podías ver entre los helechos criaturas moverse y escabullirse, las hadas revoloteaban y el frío me cubría completamente, las espinas naranjas cubrían el musgo sobre las piedras.

Era tan relajante que suspiraba con calma cada vez que paraba a recoger un hongo y seguir mi camino.

Todo era paz hasta que sentí unas manos tomar mi cadera y abrázame por detrás metiendo sus manos a mi pecho para apretarlo, cuando volteé me encontré a un dipper sonriente que me pagaba más a el hasta poder besarme.

-que haces aquí?, te ves tan lindo paseando por el bosque. Me hizo querer venir a molestarte- susurro en mi oído mientras bajaba una de sus manos a mi entrepierna y desabrochar mi pantalón

-me gusta que ocultes tu cuerpo, así solo te puedo ver yo- siguió hablando mientras besaba mi cuello y comenzaba a masturabrme- todo mío

Comenzé a jadear mientras me recargaba en el sintiendo como movía su mano sobre miembro haciéndome temblar en sus manos sin contenerse, frotaba su entrepierna contra mi trasero al mismo ritmo de su mano, su aliento chocaba contra mi oído, ambos estábamos aselerados y quería más así que baje mi mano a su entrepierna para estimularla, pero me paro

-no lo aremos aquí, no voy a arriesgarme a qué alguien te vea, tu eres de los pines ¿recuerdas?, no dejaré que nadie disfrute lo que es mío, ni siquiera con la vista- hablo sin ocultar su posesividad mientras apretaba más mi miembro con su mano hasta hacerme correr en una piedra.

Cuando termine me volvió a acomodar la ropa y ayudo a cubrí completamente con la capa antes de darme la canasta de nuevo y guiarme a la mansión sin dejar que me aleje en ningún momento hasta que llegamos a la habitación.

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