22.ritual

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Fordsy se había ido de excursión otra vez y me dejó en la mansión con Stanley, se veía bastante animado mientras que yo solo miraba por la ventana de forma melancólica, Ford se había ido enojado conmigo y ni siquiera sabía la razón.

Solo me sumi en la tristeza mirando la ventana hasta que su hermano me llamo desde su cueva de hombre, apenas llevábamos un año con la mansión pero puedo decir que era la única que realmente le importaba a Stanley.

Cuando llegue se quitó sus guantes de boxeo y me invitó a pasar a una mesa.

¿Sabes bien lo que son los rituales no? -yo solo asentí y lo mire dudoso-los deportistas también tenemos rituales hay rituales para todo y creo que tengo uno para ti-Hablo con su típica voz de vendedor - te enseñaré un ritual para que no estés triste cuando se vaya el cerebrito
-yo no lo puedo hacer, porque es dañino para los humanos, pero tú eres inmortal¿no?- de nuevo asentí cada vez más intrigado por lo que decía Ford. Solo me le quedé mirando cuando apago las luces dejando solo unos letreros neón para que iluminarán un poco, también serró las cortinas y puso una música suave donde resaltaba el bajo-sientate en el sillon- yo solo hice caso mientras veía como preparaba la habitación para darle un aire íntimo realmente era como un ritual para el, despues se sentó a mi lado y puso en la mesa dos bolsas con polvos, unas estampillas, una aguja un cigarro y un encendedor con una cuchara.

— te traje unos regalitos, todos son diferentes, así que dime el que más te guste y lo traeré para mí más seguido- explico tomando la estampilla y cortando un cuadrado con cuidado

— abre la boca y saca la lengua — yo solo ise caso y el puso la estampa debajo de mi lengua y luego la cerre, el sabor de mi saliva era acido y me comenzó a entumir la lengua, cuando tragaba mi salíva mi garganta también se durmió, poco a poco la sensación de adormecimiento se convirtió en relajación y se extendió por todo mi cuerpo, sentía como si estuviera flotando pero estaba en el sillón, las cosas dejaron de ser tristes y se volvieron graciosas en especial Stanley, de pronto me pareció tan chistoso y simpático, nisisquiera estaba hablando pero era genial, la luz roja iluminando era genial, el mundo era genial, no pude evitar pasar mis manos por su rostro un poco y luego mirar uno de sus cuadros sin levantarme de el sillón, ¿ese cuadro siempre había sido tan bonito? Me sentía aselerado, pero estaba calmado y alegre. Y adoraba a Stanley por enseñarme este ritual tanto que lo abrase entre risas... Su toque se sentía tan bien, sus besos eran tan adictivos en ese momento que solo quería restregarme contra el y sentir su calidez chocar con mi cuerpo frío, sus manos nunca se habían sentido tan bien pero poco a poco el efecto fue pasando y solo le avisé a Stanley para que me diera otro haciendo que parara de chupar mis pezones, nisisquiera había sido constante de lo que estaba hablando.

—se supone que dura 3 horas—se quejo mientras me bajaba de sus piernas y se asercaba a la mesa.— está vez te daré algo más fuerte.

saco uno de los polvos que estaban en una bolsa y los coloco en la mesa haciendo una especie de línea con una tarjeta de crédito, cuando termino me dijo que lo inalara, luego hiciera la cabeza hacia atrás y contrara hasta 10.

Esta vez se sintió diferente, el polvo ardió por mi nariz y me hizo sentir eufórico y lleno de energía. Sentía unas enormes ganas de reír sin contenerme y me pare a bailar a el rítmo de la música sin importarme nada mientras tarareaba la canción y pasaba las manos por mi cuerpo mientras Stanley miraba y se me asercaba a acompañarme en mi dansa haciendo que nos pegaramos más hasta besarnos con locura y volver al sillón, le comenzé a arrancar la ropa mientras sentía su erección sobre mi, estaba tan eufórico que quería más y más placer, y vaya que lo tuve, el miembro de Stan estaba tan duro que no batalle en sentarme en el y montarlo a mi antojo mientras mordía mi labio inferior, era la primera vez que tenía el control total y me encantaba, yo estaba al mando y no existía ese maldito trato, nisisquiera extistia stanford ni Stanley, solo el placer y yo y no lo pensaba soltar, incluso cuando el efecto comenzó a bajar tome lo que quedó en la bolsa y lo inale directamente sintiendo la energía volver automáticamente.

Me encantaba ese polvo blanco y lo que hacía, todo se sentía mejor con ese polvo blanco, incluso Stanley sin probarlo se estaba sintiendo bien, sus jadeos y segunda corrida dentro de mi lo aseguraron y más ahí cuando me comenzó a masturbar mientras movía mis caderas contra el hasta correrme. En cuanto termine me tiré en su pecho entre temblores y placer sintiendo como el mundo daba vueltas por última vez y sentirme cansado de nuevo. En eso Stan estira su mano y ensiende un cigarro con hierva y le da una calada y me lo da a mi, está también era relajante y adormecia miente haciendo mi cuerpo más ligero y libre.

-en definitiva, repetire este ritual jejeje

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