Stanley llevaba desde el mediodía anterior planeando la feria de verano de la cabaña del misterio; buscaba atracciones, planificaba el espectáculo, los permisos, el menú, la publicidad y quién sabe qué más. Apenas sabía si estaba vivo, era la primera vez que pasaba la noche en vela. A diferencia de Ford, él no estaba acostumbrado a explotar su cerebro de esa manera.
Así que decidí llevarle un café y tal vez un poco del estimulante de otra dimensión que usa Ford para mantener la cordura durante las noches en vela. Tocqué la puerta con cuidado, solo escuchando una voz cansada y rasposa diciéndome que pase. El escritorio de madera estaba completamente cubierto de papeles, al igual que el piso. Estoy seguro de que ni siquiera sabía dónde estaba lo que ya había terminado o lo que necesitaba para progresar. Lo sabía perfectamente porque Ford era completamente igual. Sabía bien cómo calmarlo, y su hermano también, por eso me mandó estar con Stanley y aligerarle la carga, como lo hago con él.
-Te traje un café y gotas para los ojos -indiqué con suavidad, dejándole el café en las manos para recoger los papeles que estaban al extremo del escritorio, uniéndolos todos para dividirlos en carpetas etiquetadas con su contenido.
Cuando terminé eso, fui por una camisa nueva y la coloqué en la perilla de la puerta.
3...
2...
1...
-¡Maldición!
Stanley se había manchado la camisa con el café, tal y como su hermano con su bata. En cuanto se levantó, comencé a desabrochar su camisa, dándole una nueva junto con una corbata que no tardó en acomodar.
-Tienes los ojos cansados, siéntate, te pondré las gotas -le indiqué, poniéndome detrás del respaldo, sobando sus hombros hasta escuchar un suspiro de alivio-. Mira hacia arriba. En cuanto me hizo caso, puse las gotas, mirando cómo el rojo se desvanecía poco a poco entre parpadeos. Seguí masajeando sus hombros un tiempo, mirando cómo su estrés disminuía.
-Ahora entiendo por qué mi hermano está tan obsesionado contigo -comentó burlón, mientras me alejaba de él para abrir las ventanas y dejar que circulara el aire
-Digo, es como tener una superesposa o lo que sea.
No sé si trató de arreglar lo que dijo antes, pero no funcionó, así que lo seguí ignorando, a sus comentarios o su obvia mirada clavada en mi trasero. Hace tiempo que tenía lo último como hábito.
-Te traeré el desayuno. Fordsy te manda unas gotas para quitar el cansancio, pero primero debes comer
Volvi a los minutos con unas tostadas con mermelada y, claro, más café. Seguí organizando todos sus papeles, dejando por fin visible su escritorio. Ahora solo faltaba el piso, que también estaba forrado de papel.
Pero antes, le di el energizante diluido en un vaso de agua y comencé a recoger los papeles del piso. Stanley no tardó en recuperarse después de las gotas, tenía energía y consentracion, la suficiente para terminar pronto todo lo que tiene pendiente.
Yo por mientras estaba agachado a cuatro patas recogiendo todos los documentos debajo del escritorio, estaba bastante consentrado hasta sentir una palmada en el trasero seguido de un incesante manoseó que no acabo hasta que me incorpore poniendo todos los archivos en su lugar. ahora todo estaba limpio y solo había una pequeña pila de folders en los cuales estaba todo acomodado y fácil de anotar en especial con la mente despejada y calmada.
Estaba a punto de irme cuando Stanley me detuvo y le levanto del escritorio colocando sus manos en mi cintura acercándome cada vez más antes de comenzar a besar mi cuerpo y bajar más sus manos hasta mi trasero, comenzó a frotarme contra el estrujandome con fuerza guiandome hasta silla del escritorio, me sento en la silla acorralando me completamente al estar entre mis piernas. Comenzó a retirarme la ropa a jalones con mucha impaciencia hasta dejar todo debajo de mi cintura sin ropa y a su vista.
Cuando termino, ni siquiera uso sus dedos un poco. jalo mis piernas entrando de golpe poniendo mis piernas contra los apoya brazos de la silla.
La silla no paraba de hacerce para atrás en cada estocada haciendo que no llegara tan profundo, yo lo prefería así, pero a Stan le molestaba eso así que me tomo en sus brazos sin salirse de mi y me recostó en el escritorio boca abajo.podía sentir como chocaba con aquel punto dulce que tanto me gustaba y mis piernas se doblaban y torsian del placer en cada choque mientras intentaban tocar el piso. Hiba tan rápido y duro que incluso el pesado escritorio de madera temblaba así que tomo el borde opuesto al que estábamos y comenzó a jalarme de el mientras yo tomaba su brazo clavando mis uñas hasta querer llegar al clímax, pero no me dejó, susurraba que aria un desastre a sus papeles así que tapaba mi uretra con su dedo evitando que me corriera hasta que el quisiera, sentía que Hiba a explotar, todo se sentía tan fuerte que mi cabeza daba vueltas de la desesperación. No fue hasta que el se corrió que me volvió a mover está vez recargando mi pecho contra la pared, era tan intenso que solo me mantenía en pie por el como el me sostienia está vez con sus dos manos, estocada trasera estocada sintiendo su semilla caliente dentro mientras ahun estaba dentro llegando cada vez más profundo, sentía el bulto en mi vientre acariciando aquel cosquilleo tan familiar antes de correrme contra la pared.
Unos minutos después caí al suelo cuando porfin me soltó, mis piernas estaban demasiado temblorosas y mi cuerpo ahun sensible y agitado cuando el solo suspiro y sonrió para ponerse a mi altura pasando sus dedos por mi entrada donde ahun salía su semilla.
-Tu si que sabes cómo desestresarnos- comento tapando con su mano mi entrada evitando que saliera su semen y con su otra mano tomo mi rostro con amabilidad dejándome un beso.
-eres como una super esposa -volvio a decir aquello antes de abrochar su pantalón y volver al trabajo y beber su café hasta hacer una mala expresión
-el café está frío...
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drawtober Reverse falls
Fanfiction31 días, 31 cortos de Reverse falls en diferentes líneas de tiempo y situaciones. mucho +18, llanto y especiales de Halloween