"Rumi y Ryuko saben que eventualmente deberían encontrar pareja, aunque Rumi odia la idea. Solo aceptarían a alguien capaz de dominar a ambas al mismo tiempo, ya que se consideran inseparables. Para Rumi, es casi imposible que alguien lo logre, pero...
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En general, Izuku estaba satisfecho con cómo había ido su asalto a Rumi, aunque este final era cuestionable. Aunque, al igual que Katsuki, generalmente evitaba cuestionar sus medidas defensivas, ésta tenía que ser una excepción.
"Oye, estoy aquí si quieres hablar de lo que necesites".
Era lo mejor que podía hacer. Esperaba que lo que acababa de pasar hubiera sido positivo, porque una vez más la pelota estaba en el terreno de Rumi, y dependía de ella si era el momento de seguir adelante con su relación.
Izuku regresó sin esfuerzo a Tokio ese mismo día, utilizando descaradamente sus quirks para lanzarse de vuelta. En algún lugar de su cabeza sintió que Nana ponía los ojos en blanco mientras él volaba, pero daba igual. Había sido un día productivo, y si éste era el pago, qué más daba.
Ryuko debía de haber tenido un día largo o algo así, porque lo recibió en la puerta de su apartamento con un beso casi violento. Se estaba acostumbrando a ser dominado por sus novias, en su forma básica no tenía ninguna posibilidad.
Ryuko profundizó más, con la lengua invadiendo su boca. Los dientes afilados rasparon suavemente contra sus labios, Izuku gimió suavemente por el dolor. Las manos de Ryuko estaban ocupadas en quitarle los pantalones, la mujer aparentemente tenía un único deseo en mente.
Ryuko se arrodilló en cuanto la polla de Izuku quedó libre.
A Izuku le entró un poco de pánico al ver que no estaba erecto. No había tenido ni tiempo de procesarlo.
Al parecer, a Ryuko le importaba un mierda, porque se llevó la polla de Izuku a la boca. Izuku podía sentir las afiladas puntas de sus dientes rozando su polla, y el borde del peligro... le hacía cosas.
Se dejó llevar por la mamada, con las manos enredadas suavemente en el pelo de su novia. No apretó la mano, no intentó controlar el ritmo, simplemente. Existió, con la polla agradablemente caliente sobre la lengua de su novia.
Izuku sintió que su orgasmo se acumulaba placenteramente en sus entrañas, mientras Ryuko tiraba hábilmente de él hacia su destino común a un ritmo realmente impresionante. Izuku emitió un gemido de advertencia, el orgasmo se precipitó a la existencia.
Ryuko tiró de él y masturbó a Izuku con rapidez, forzando el orgasmo a pesar del cambio de sensaciones.
El primer chorro golpeó a Ryuko en el pelo, escapándosele un sutil gruñido mientras inclinaba mejor la dura polla y a sí misma. El siguiente chorro le alcanzó los labios, y el resto le siguió, salpicándole la mitad inferior de la cara.
Cuando soltó el último chorrito de semen pegajoso y dulce, Ryuko volvió a bajar, chupando el último semen de la punta y limpiando a fondo el tronco con aquella boca perversa y diestra. Sólo entonces se recostó sobre los talones.
Izuku, cuando se recuperó mentalmente del verdadero asalto de sensaciones con el que Ryuko le había golpeado, jadeó ligeramente cuando por fin tuvo una visión completa de ella. Estaba de rodillas, con los ojos cerrados mientras disfrutaba de su esperma. Ésa era la única palabra para describirlo: disfrutar. Izuku observó cómo se relajaba centímetro a centímetro, con la respiración cada vez más profunda.
