Del cielo al infierno

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Hoy me decanté por llegar antes de la hora acordada, el otro día ella me contó sobre un peluche que su mamá le compró cuando salieron. Era Panda de la serie de Escandalosos, se le veía muy emocionada y esperaba con ansias que su mamá le comprara los otros dos osos que faltaban.
Pero como desde el día de las flores no tenía un detalle bonito con ella, pensé en comprarle los dos osos faltantes, no es nada barato, pero como siempre digo, ella lo vale.
Me puse a buscar en el Minisoo los peluches de Polar y Pardo, la tienda tiene mucha mercancía de esos tres personajes,incluso varios tipos de peluches, pero hay un modelo específico del que tiene Aga. Para mí mala suerte solo encontré a Pardo en ese modelo. Me acerqué a preguntar en recepción si tenían el peluche Polar en alguno de sus almacenes, se fueron a buscar y tomó como 10 minutos de espera, solo para que me digan que se les acabó el modelo.

Compré solo a Pardo, ya en otra tienda que encuentre a Polar se lo compraré para que tenga a los tres juntos.

—Así que tú eres Pardo—lo levanté mirándolo serio—bueno Pardo, tengo una misión para ti. A partir de ahora tú vas a estar con Aga y quiero ir la cuides y estés para ella cuando yo no esté presente. ¿Queda claro?

Me quedé viendo el peluche esperando una respuesta.

Yo creo que si te caíste de chiquito. No es normal que estés esperando que te responda.

No es necesario, yo sé que mi causa el Panko

Pardo

Eso, el Pardo. Se encargará de cuidar de Aga.

Mi teléfono empezó a vibrar.

—Aló—contesté

—Deri Derek, ¿Dónde estás?

Mierda, me olvidé que ella iba a llegar en cualquier momento.

—Espérame cerca de los helados, voy para allá

Bajé rápidamente y coloqué a Pardo al borde del asiento, de tal manera que solo cuando abra la puerta, lo vea y se sorprenda. Esta vez no va a fallarme el factor sorpresa. Tomé las escaleras eléctricas para ir por el camino más corto, posé como supermán mientras subía lentamente. Al llegar arriba corrí con todas mis fuerzas hasta llegar a la zona de helados. Y NO ESTABA. Revise en las tiendas cercanas para ver si mi duende se encontraba en alguna de estas, pero nada. Que raro, me dijo que ya estaba acá. Saqué el teléfono para llamarla.

—¿Dónde andas?

—Acá

—¿Dónde es "acá"? Yo estoy donde los helados y no te veo

—Ahhh ahí mismo querías que nos encontramos, yo estoy en la entrada de abajo

Me asomé por el balcón para revisar y efectivamente, ahí se encontraba mi duende vestida con su polera marrón claro, unos pantalones negros y sus Converse. Creo que son Converse. Tomé nuevamente las escaleras eléctricas para bajar hacia donde ella, me recibió con un abrazo y un beso.
Luego volvimos a subir por las escaleras eléctricas para comprar nuestros helados.

Cánsate de las escaleras electricas

Ordenamos los de siempre y tomamos la foto de siempre, tuve que disimular un poco mi helado porque ya le había dado tremenda lamida y me acordé porque Aga me reclamó.
Ahora tenía que llevarla al carro, debo inventarme una buena excusa para hacerla ir sin sospechar.

—Vamos al carro para poder dejar mis cosas—sonrió

Eso fue fácil.

Ella empezó hablar sobre cómo le fue el otro día con Gabriela cuando fueron al médico para revisar el problema de salud que llevaba arrastrando las últimas semanas.Cuando estuvimos apunto de llegar saqué el celular para grabar sin que ella se diera cuenta. Quiero guardar este momento para siempre.

Aunque Solo Sé Huir (A.S.S.H)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora