ᴅᴜʟᴄᴇ ꜱᴏʀᴘʀᴇꜱᴀ | 𝒫𝑒𝒶𝓇𝓁 𝐵𝑜𝓎

Capítulo 6

Jooha se encontraba ya en los últimos días de su embarazo, y aunque en algunos momentos estaba agotado y deseaba que todo acabara, no podía evitar sonreír cuando Dooshik lo mimaba. Su alfa estaba pendiente de cada pequeño detalle, casi hasta el punto de agobiarlo.

—Dooshik, no es necesario que me sigas hasta el baño, puedo ducharme solo —dijo Jooha, aunque sabía que el alfa haría odios sordos.

Dooshik lo miró con una sonrisa tranquila mientras se quitaba la camiseta.

—Lo sé, cariño, pero quiero asegurarme de que estás bien. Además, me encanta ayudarte con la ducha —respondió mientras ajustaba la temperatura del agua —. Y es una excusa perfecta para pasar tiempo contigo y con nuestro pequeño.

Jooha rodó los ojos con una mezcla de resignación y ternura. No podía enojarse con él, no cuando Dooshik se esmeraba tanto en cuidarlo. Así que, sin más protestas, entró a la ducha. El agua caliente lo relajó de inmediato, aliviando la tensión de su espalda y de su vientre cada vez más grande.

Dooshik se colocó detrás de él, como siempre hacía, y comenzó a frotar su espalda con movimientos suaves y cuidadosos. Ante ese gesto, Jooha cerró los ojos y dejó escapar un suspiro de alivio.

—Me siento como un anciano —murmuró, aunque en el fondo estaba agradecido por la ayuda —. Mi cuerpo ya no responde igual.

—No digas eso, te ves increíble —le dijo Dooshik mientras pasaba la esponja por su espalda con delicadeza —. Estás llevando a nuestro bebé y estás más hermoso que nunca.

Dooshik bajó la mano hasta su vientre y lo acarició con suavidad, hablando en voz baja.

—Hola, pequeño. ¿Estás listo para conocer a tu papá y a tu papi? Ya casi estás aquí —dijo con una sonrisa, mientras seguía trazando círculos con la mano sobre la piel de Jooha —. Tus papás tienen muchas ganas de conocerte.

Jooha sintió una leve patadita en respuesta, y no pudo evitar sonreír.

—Parece que te escucha —comentó, sintiendo mucho amor y emoción.

—Claro que sí. Está ansioso por salir —respondió Dooshik con un tono cariñoso, besando la nuca de Jooha.

La ducha continuó en silencio por unos momentos, con Dooshik cuidando de él con esmero, lavando su cabello y asegurándose de que todo estuviera en orden. El ambiente entre ellos era cálido y lleno de amor, pero Jooha no podía evitar sentir el peso de los últimos días. El bebé estaba cada vez más grande, y cada movimiento parecía cansarlo más.

El toque suave que Dooshik le daba, comenzó a despertar un calor distinto entre ellos. La mezcla de las feromonas de ambos parecía volverse más intensa en el pequeño espacio.

Jooha, sintiendo el roce de las manos de su alfa, se apoyó ligeramente contra su pecho. A pesar del cansancio de los últimos días, su cuerpo todavía respondía al contacto de Dooshik, especialmente cuando sentía la calidez y protección de sus manos. Dooshik, consciente de la reacción de Jooha, sonrió contra su nuca y susurró:

—¿Te sientes bien, cariño? —su voz era baja, casi ronca, mientras seguía acariciando su vientre y dejaba que sus labios rozaran suavemente la piel húmeda de Jooha.

—Sí... —respondió Jooha en un murmullo, cerrando los ojos y dejándose llevar por las sensaciones —. Me haces sentir bien.

El alfa, sintiendo la tensión desaparecer poco a poco del cuerpo de su omega, dejó que sus manos se deslizaran por sus costados, dibujando cada curva con delicadeza. Aunque Jooha estaba en los últimos días de su embarazo, Dooshik no podía evitar desearlo como siempre, si no que más. El cambio en el cuerpo de Jooha no había hecho más que intensificar su atracción por él. Su omega era aún más hermoso para él en ese estado, llevando a su hijo —o hija— en su vientre.