Capitulo 4 Conversación de padre e hijo

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Kizashi volvió a casa encontrando a Sasuke esperando en la sala y a su hija en su habitación. Esa misma noche estaba todo planeado para partir por unos días a ver al jefe de la mafia. Ocupado en dejar todo solucionado antes de partir no dio importancia al extraño comportamiento de Sakura durante el día. Horas después se despidieron dentro de casa porque ella evito salir para no encontrarse con el Uchiha. Sin embargo, Sasuke no pensaba irse antes de hacerle saber a Sakura que le importaba su bienestar. Ingresó sin permiso encontrando en la sala de estar a padre e hija despidiéndose. Cuando ella lo vio su semblante cambió rápido que fue una clara señal frente a su padre de cuanto odiaba al Uchiha.

—Traje esto para la quemadura de tu mano.

Sasuke colocó sobre una mesita por la entrada un caja con pomada para las quemaduras de piel y otras cosas para evitar cicatrices. Cuando se aprovechaba de Sakura notó una marca recién de quemadura en su mano.

—Muchas gracias, Sasuke Uchiha. Mi hija se quemó con un poco de agua caliente ayer por la noche. No se preocupe —dijo Kizashi sabiendo que su hija no daría las gracias.

Sasuke esperaba que Sakura hiciera contacto visual o diera las gracias, pero se negó a cualquier contacto haciendo corta la despedida de padre e hija. Sola tomó la caja y la llevó y la tiró a la basura, cuando la caja cayó dentro del bote esta abrió y todo lo que llevaba en su interior salió. Entre la pomada de buena calidad y otras cosas, una cajita cuadrada apareció. El anillo de compromiso estaba en el interior. Sasuke se lo regresó sin importar lo que ella hiciera con el hermoso anillo de diamante. Sakura supo que era un diamante de verdad porque era similar al que le dio Naruto, la única cosa real por parte del rubio. Dicho anillo se lo quitó antes de ser descubierta por su pesadilla que seguía atormentado después de irse junto a su padre.

Sakura tomó la cajita y la guardó junto con el dinero que le dio para gastar en lo que quisiera. Esta vez no tuvo tiempo de devolver todo y el nuevo dinero de prostituta. Para la próxima que se vieran lo arrojaría en su cara. Además, ¿qué podía hacerle que no le a hecho? Matarla, ello sería mejor que aceptar casarse falsamente con su pesadilla.

Dos días después llegaron a la residencia de los Uchiha. Durante la travesía no se comentó nada que no fuera sobre el viaje. Sasuke no llevó directamente a Kizashi a ver a Madara porque pasaba de la media noche, lo instaló en la cabaña de huéspedes en la misma alcoba que ocupó Sakura.

—Mañana después del almuerzo verá a mi padre. Por ahora quédese en este lugar. Podrá encontrar comida en el refrigerador y lo que necesita para uso personal en la alcoba donde descansará —dijo Sasuke frente a la puerta principal.

—Muchas gracias por la atención que se me a dado. Pero quisiera pedirle una cosa más si es posible —dijo Kizashi un poco nervioso.

Sasuke estaba por salir por la puerta cuando escuchó a Kizashi. Dejó el pomo de la puerta y metió sus manos a los bolsillos de su pantalón negro.

—Dime qué más quieres.

—Pedirle a su padre que no sea duro con el favor que está por pedir. Como han de saber, nunca he tenido problemas con las autoridades.

Las comisuras elevaron un poco en el rostro de Sasuke. Era de esperar viniendo de una persona que puso distancia entre él y su padre mientras se convertía en lo que ahora es, un jefe de una familia de mafiosos.

—No debes preocuparte. Mañana tendrás un momento a solas con mi padre.

Las palabras de Sasuke no fueron suficientes para calmar a Kizashi. Se fue a la cama con el estómago vacío porque los nervios no lo dejaron comer o dormir. Solamente deseaba terminar con esto y volver a casa junto a su hija.

Infierno Rosa (Segundo libro de Pesadilla) En proceso Donde viven las historias. Descúbrelo ahora