Obito Zen'in | Jujutsu Kaisen

Capitulo 23. Consecuencias.

Una vez imaginé cómo sería un "final": algo violento y doloroso, algo sin forma alguna, porque la muerte no tiene forma. Solo un velo informe de algo final y concluyente que nadie podría jamás comprender.

Y, sin embargo, a medida que pasaba el tiempo, el concepto se fue alejando de mí. De la misma manera que la muerte y el tiempo se han diluido, también el concepto de un "fin" se ha alejado de mi comprensión.

Apenas podía imaginarlo; el final de este verano interminable, el final de todo.

El fin de este mundo estancado mío, que tanto había apreciado y tanto odiado.

Y sin embargo, aquí estás ahora ante mí, mi final.

Hay muchas formas que un final podría tomar, y al final, ha tomado la tuya.

Todo había comenzado cuando naciste, y ahora finalmente has venido a reclamar tu destino.

Es un destino grandioso y terrible, que te dará todo y en el que acabarás sin nada. Serás poderoso, pero es algo que nunca te ha importado. Tendrás el mundo en la palma de tu mano, pero nunca lo has deseado. Podrás proteger a quienes amas, pero nunca podrás tenerlos en tus brazos. Pasarás a la historia, pero es un honor que nunca has anhelado. Tu final será grandioso, pero nunca podrás disfrutar de lo que viene después.

Tendrás todo lo que un hechicero de jujutsu podría desear: el poder, la infamia, el honor... pero nunca ha sido lo que tú has deseado.

Lo que deseas no lo puedes conservar.

Lo que deseas debes entregarlo, y así lo has hecho.

Lo has abandonado todo por esto: la oportunidad de cambiar el mundo.

Hay un único precio sencillo.

Muéstrale al mundo tu sinceridad. Sólo así podrás moldearlo a tu voluntad.

Todo para el mundo, todo para ellos.

No te arrepientas, el mundo será mejor gracias a ello.

No te arrepientas, ellos serán felices.

No te arrepientas, al final estarás en paz.

—No te arrepientas, Uchiha Obito —le digo. Y así comienza—. Debes mostrarle al mundo tu sinceridad.

Sonríes, es algo amargo y agudo.

Es la sonrisa de Uchiha Obito.

"Por supuesto."

°°°°

Se despierta. Es un comienzo tranquilo y relajado del día.

La abraza con ternura antes de separarse de ella y sentarse para saludar la mañana pacífica. El sol sale por la ventana, opaco y nublado.

Él se pone de pie y revisa su teléfono.

Dos mensajes sin leer.

Los dejo a tu cuidado. He dejado en mi escritorio los fondos necesarios para ellos y para ti. Debería ser suficiente para toda la vida.