6-La despedida de Kioto.

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El tren llegó a la estación de Kioto con un suave traqueteo, y Itadori Yuji bajó con una mezcla de emociones en su pecho. Sabía que este viaje era diferente. No había venido a Kioto por entrenamiento ni misiones. Esta vez había venido para despedirse.

Caminó por las calles tranquilas de la ciudad, donde el aire tenía un toque más fresco y la atmósfera era mucho más calmada que en Tokio. Su mente estaba enredada en recuerdos de los días que había pasado entrenando con Utahime Iori, las risas, las cenas y, sobre todo, la extraña conexión que había surgido entre ellos. Pero ya había tomado su decisión. Sabía que tenía que cerrar este capítulo de su vida antes de regresar a Tokio, antes de regresar a Gojo Satoru.

Al llegar al punto de encuentro, vio a Utahime esperándolo frente a una cafetería. Ella lo recibió con una sonrisa serena, aunque había una tensión detrás de sus ojos que no se podía ignorar. Sabía lo que venía, pero había decidido pasar su último día juntos como si todo estuviera bien.

Utahime: Llegaste temprano-comentó, su voz cálida como siempre-

Itadori: No quería hacerte esperar-respondió, con una sonrisa nerviosa-

Ambos se adentraron en la cafetería, pidiendo algo ligero, y pasaron la tarde hablando de cosas triviales. Las risas y las conversaciones fluyeron como si nada fuera a cambiar, pero Yuji no podía ignorar la creciente sensación de inquietud que lo invadía. Utahime también lo sentía, aunque lo escondía detrás de su calma habitual.

Después de la cafetería, decidieron caminar por uno de los parques de Kioto. El sol comenzaba a caer, tiñendo el cielo con tonos cálidos de naranja y rosa. El ambiente se tornaba íntimo, perfecto para un momento como este.

Utahime: Sabes...-comenzó, rompiendo el silencio mientras paseaban-No tienes que decir nada. Puedo leerlo en tus ojos-

Yuji la miró, sorprendido, pero Utahime solo sonrió, como si todo fuera más fácil para ella de lo que en realidad era.

Utahime: He estado preparándome para esto desde el momento en que subiste a ese tren en Tokio-admitió Utahime, con una pequeña risa-Gojo siempre ha tenido un lugar especial en tu vida. Lo entendí mucho antes de que tú mismo lo hicieras-

Yuji sintió cómo su garganta se apretaba. No quería herir a Utahime, pero sabía que no podía seguir retrasando la conversación.

Itadori: Utahime-sensei...-dijo, deteniéndose en el camino y girándose hacia ella-Quiero que sepas que te respeto y te aprecio mucho. Todo lo que has hecho por mí, todo lo que hemos compartido... nunca lo olvidaré. Pero... mi corazón pertenece a Gojo-sensei-

La confesión flotó en el aire entre ellos, dejando un silencio pesado. Utahime cerró los ojos, respirando hondo. Aunque lo había anticipado, escucharlo en voz alta dolía más de lo que esperaba. Pero también sentía una especie de alivio. No podía luchar más contra lo inevitable.

Utahime: Sabía que este momento llegaría-dijo finalmente, con una sonrisa triste-Me duele, claro, pero también estoy feliz de que hayas sido honesto conmigo. No puedo competir con Gojo, nunca he podido. Ella siempre ha tenido tu corazón, aunque tal vez no lo sabías-

Yuji bajó la mirada, sintiéndose culpable por todo el dolor que estaba causando, pero Utahime le puso una mano en el hombro.

Utahime: No te preocupes, Yuji. No me arrepiento de lo que hemos tenido. Siempre recordaré el tiempo que pasamos juntos. Y si esto es una despedida, entonces quiero que lo hagamos de la manera correcta-

Yuji levantó la cabeza, algo confundido por sus palabras. Utahime se acercó más, sus ojos brillando con una mezcla de tristeza y deseo.

Utahime: Vamos a mi casa-dijo suavemente-Si esta es nuestra última noche, quiero que sea algo que ambos recordemos-

La casa de Utahime era acogedora y tranquila, llena de recuerdos de su vida en Kioto, pero en ese momento, el ambiente estaba cargado de algo más. Una tensión palpable, un deseo silencioso de compartir un último momento íntimo juntos antes de que todo cambiara.

Utahime lo guió a su habitación con una calma que parecía casi irreal. Había decidido aceptar la realidad, pero eso no significaba que no pudiera disfrutar de su último instante con Yuji. Una despedida digna de lo que habían compartido.

Ambos se movieron con una especie de ritual silencioso, como si las palabras ya no fueran necesarias. Los labios de Utahime encontraron los de Yuji, y el beso fue lento, lleno de una emoción contenida que habían evitado durante tanto tiempo. Las manos de Utahime recorrieron suavemente su rostro mientras lo acercaba más a ella, como si quisiera memorizar cada parte de él antes de dejarlo ir.

La noche avanzó, y el tiempo pareció detenerse en esa pequeña habitación. Ambos compartieron un momento que no necesitaba explicaciones, un último adiós envuelto en una pasión silenciosa, dejando que sus cuerpos hablaran por ellos. Sabían que, al amanecer, todo cambiaría, pero por esa noche, podían pretender que el mañana no existía.

Cuando la mañana llegó, el aire estaba más fresco, pero dentro de la casa de Utahime todo se sentía cálido y sereno. Yuji estaba sentado en la cama, mirando por la ventana mientras los primeros rayos del sol iluminaban la habitación. Utahime, aún somnolienta, lo observaba desde la cama, con una sonrisa cansada pero satisfecha.

Utahime: Entonces... ¿te vas ahora?-preguntó, su voz suave, sin rastro de resentimiento-

Yuji asintió lentamente, sabiendo que era hora de regresar a Tokio. Sabía que lo que había pasado entre ellos la noche anterior era el cierre perfecto de su relación, pero también sabía que su futuro estaba con Gojo.

Itadori:Sí...-murmuró-Tengo que volver a Tokio. Gojo-sensei me espera-

Utahime se sentó, susurrando mientras se estiraba.

Utahime: Bueno, me alegro de que lo tengas claro. Pero, Yuji...-dijo en tono juguetón mientras se ponía de pie y caminaba hacia él-Si alguna vez tienes una pelea con Gojo... siempre puedes venir a visitarme. Ya sabes, para aclarar la mente-

Yuji rió suavemente, agradeciendo la ligereza del momento. Sabía que Utahime estaba bromeando, pero algo en su tono hacía que supiera que, si alguna vez volvía a Kioto, ella estaría allí para él. No como una maestra o como una amante, sino como una amiga.

Con una última sonrisa, Utahime lo abrazó.

Utahime: Ve y sé feliz, Yuji. Eso es todo lo que quiero para ti-

Yuji la abrazó de vuelta, sabiendo que este sería su último adiós. Lo que habían compartido siempre estaría en su corazón, pero ahora estaba listo para seguir adelante.

El tren que lo llevaba de vuelta a Tokio partió esa misma tarde. Yuji miraba por la ventana mientras el paisaje de Kioto se desvanecía a lo lejos, y con él, el capítulo que había cerrado con Utahime. Sabía que había hecho lo correcto, y aunque una parte de él siempre recordaría a Utahime con cariño, su futuro estaba claro.

Cuando llegó a Tokio, lo primero que hizo fue buscar a Gojo. Tenía algo importante que decirle.

Entre Tokio y Kioto. (Itadori x Fem Gojo x Utahime)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora